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miércoles, 20 de junio de 2012

El teatro


 
El teatro es un género literario en el que se plantea un conflicto entre personajes mediante la acción y el diálogo. Al no haber narrador, es preciso introducir acotaciones que informen acerca de la representación.
La palabra teatro (que significa en griego lugar para mirar, mirador, visión) tiene varias acepciones: es el texto cuyo argumento desarrolla la obra teatral en la escena, y es la representación de este texto por actores, frente a un público y en un lugar destinado para ese fin. Este mundo ficticio va cobrando cuerpo durante la realización de la obra.
Pero además, toda representación teatral es en sí un hecho social porque nace de la necesidad de expresión que tiene una comunidad. La obra de teatro ha sido creada con vistas a la acción, para cumplirse en un escenario y frente a un público. Y este elemento, “el público”, es fundamental y necesario para que el hecho “teatro” se cumpla en su totalidad.
Un notable pensador español, Ortega y Gasset, lo definió como género visionario porque, además de literatura, es espectáculo.
La obra teatral se crea para ser representada, pero también puede ser leída en voz alta, y a eso se le llama lectura dramatizada. En una lectura dramatizada, los distintos lectores encarnan a los personajes de la obra y transmiten a los oyentes sus palabras y emociones.
Es importante leer detenidamente las acotaciones, pues son de gran ayuda para transmitir el sentido del texto.

Clasificación de las obras teatrales

Las obras teatrales se pueden clasificar en mayores y menores. Entre las mayores podemos encontrar la tragedia, la comedia y el drama.

Tragedia: Obra extensa, de tono solemne, tema serio, personajes elevados y final desgraciado. Por ejemplo: “Romeo y Julieta” de Shakespeare.

Comedia: Obra de cierta extensión que carece de solemnidad. Su tono es satírico, el tema popular, los personajes comunes y el desenlace grato, feliz. Por ejemplo “La dama boba” de Lope de Vega.

Drama: Obra que combina lo desgraciado con lo feliz. Presenta un conflicto doloroso y lo sitúa en la realidad, con personajes menos grandiosos que los héroes trágicos y más cercanos a la humanidad corriente. Emplea todos los tonos, desde el más humilde hasta el más elevado, el desenlace puede ser feliz o trágico. Por ejemplo: “La vida es sueño” de Calderón de la Barca.

Entre los géneros menores podemos encontrar, entre otros:

Zarzuela: Representación con diálogos dinámicos y picarescos y con canciones. Divierte al espectador; busca el efecto con música y color. Por ejemplo: “La verbena de la paloma” de Ricardo de la Vega.

Sainete: Representación que mezcla lo absurdo y lo cómico. El tema es serio porque muestra una situación social o la angustia de un personaje. Si bien se dan algunos juegos de palabras que pueden hacer reír, la densidad de la obra provoca perplejidad y angustia en el espectador, y lo invita a reflexionar. Por ejemplo: ”Mateo” de Discépolo.

El sainete es una pieza breve de tipo cómico o tragicómico basada en la caricatura del costumbrismo urbano. El sainete es una de las expresiones que reflejan de manera más original la identidad de la cultura porteña en la etapa de mayor afluencia inmigratoria.
A diferencia del sainete, el grotesco criollo fusiona íntimamente lo cómico y lo dramático y, de este modo, logra que el espectador ría y llore simultáneamente, al experimentar el placer de la risa y el dolor de la tragedia.

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