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lunes, 30 de abril de 2012
La descripción
De: http://roble.pntic.mec.es
Describir es explicar, de forma detallada y ordenada, cómo
son las personas, los lugares o los objetos. La descripción sirve sobre todo
para ambientar la acción y crear una atmósfera que haga más creíbles los hechos
que se narran. Muchas veces, las descripciones contribuyen a detener la acción
y preparar el escenario de los hechos que siguen.
LA RONDALLA
Al fondo de la plaza se elevaba el Ayuntamiento, un edificio
encalado, con un largo balcón en el primer piso y ventanas enrejadas en la planta
baja. Junto al portalón de piedra, en letras doradas, se podía leer la
inscripción CASA CONSISTORIAL.
Cerraban la plaza las fachadas encaladas de unas doce casas
de dos pisos, con sus balcones y ventanas repletos de geranios y claveles. En
los balcones iluminados, y junto a las puertas de las casas, había grupos de
personas de todas las edades, con expresión atenta e ilusionada.
Las miradas de todo el pueblo se dirigían hacia un tablado
que habían levantado en el centro de la plaza, delante del Ayuntamiento. Sobre
el tablado, y a la tenue luz de las farolas, la rondalla animaba con su música
la húmeda y calurosa noche de julio. Sentados junto al tablado, los niños
escuchaban embelesados. En lo alto brillaban las estrellas.
Cómo se hace una descripción
Hay que observar con mucha atención y seleccionar los
detalles más importantes.
Después de seleccionar los detalles, hay que organizar los
datos siguiendo un orden:
- De lo general a lo
particular o al contrario.
- De los primeros planos al fondo o al contrario.
- De dentro a fuera o
al contrario.
- De izquierda a derecha o al revés.
Al describir hay que situar los objetos en el espacio con
precisión. Se usarán expresiones como a la derecha, junto a, al fondo, detrás
de, en el centro, alrededor...
Cómo se describe un lugar
Al describir un paisaje o un lugar cualquiera, los
escritores suelen presentar primero una visión general del lugar. Después van
localizando en ese lugar los distintos elementos (los pueblos, los montes, el
río...) utilizando palabras que indican situación en el espacio. Procuran
transmitir la impresión que produce el lugar: alegría, tristeza, misterio,
terror...
Descripción de una cueva (Pío Baroja) A la izquierda se
abría la enorme boca de la cueva, por la cual no se distinguían más que
sombras. Al acostumbrarse la pupila, se iba viendo en el suelo, como una sábana
negra que corría a todo lo largo de la gruta, el arroyo del infierno,"Infernuco-erreca",
que palpitaba con un temblor misterioso. En la oscuridad de la caverna
brillaba, muy en el fondo, la luz de una antorcha que agitaba alguien al ir y
venir.
Unos cuantos murciélagos volaban a su alrededor; de cuando
en cuando se oía el batir de las alas de una lechuza y su chirrido áspero y
estridente.
Cómo describir un objeto
La descripción de objetos dirigen la atención del lector
hacia detalles importantes y dan verosimilitud al relato.
Para describir un objeto se detallan sus rasgos
característicos: forma, tamaño, impresión que produce... Y si el objeto tiene
diferentes partes, se enumeran y detallan ordenadamente.
En las descripciones de objetos suelen emplearse términos
específicos; por ejemplo, en la descripción de un reloj de pared se usan
palabras como caja, esfera, manillas, pesas, péndulo...
Descripción de un pozo (Rafael Sánchez Ferlosio) Lo más
importante del jardín del sol era el pozo. Tenía un brocal de piedra verde y un
arco de hierro forjado para la polea. La polea era de madera y chillaba como
una golondrina. El cubo era también de madera, sujeto por aros de hierro, como
las cubas, y pesaba mucho. El pozo era muy hondo y tenía un agua muy clara.
Un método para describir objetos consiste en comparar un
objeto con otro. Al comparar podemos utilizar dos tipos de rasgos:
Los rasgos diferenciales de cada objeto. Son las
características que distinguen a unos objetos de otros.
Los rasgos comunes a las cosas que comparamos. Son las
características que hacen que podamos agrupar a los seres en clases.
Para comparar hay que tener en cuenta lo siguiente:
Se deben comparar variables análogas. Al comparar objetos
podemos observar el tamaño, la forma, la materia, el precio, la procedencia...
Se deben indicar las semejanzas y las diferencias.
Se debe ordenar la comparación. Primero las semejanzas y
después las diferencias o al contrario.
El violonchelo y el violín. El violonchelo es, como el
violín, un instrumento de cuerda. Su forma es similar y ambos se tocan con
ayuda de una varilla o arco. Estos dos instrumentos se diferencian por su
tamaño y su sonido. El violín es pequeño y su sonido es suave y agudo, mientras
que el violonchelo es grande y de tonalidad muy grave.
Describir un proceso
Describir un proceso es exponer ordenadamente las fases del
mismo, indicando qué sucede en cada fase y cómo sucede.
Como se hace un periódico
1.- Documentación. Los reporteros locales y los
corresponsales en otras poblaciones acuden al lugar de los hechos, obtienen
información y hacen fotografías y planos del lugar.
2.- Transmisión. Los periodistas y las agencias
internacionales transmiten las noticias a la redacción del periódico por una
vía rápida (teléfono, teletipo, fax, correo electrónico...).
3.- Redacción. Los redactores seleccionan el material
recibido y redactan noticias, artículos de fondo y editoriales. También escogen
el material gráfico.
4.- Fotocomposición. Los textos se escriben en los
ordenadores, se corrigen y se distribuyen en la página, confeccionando así una
maqueta, que se fotografía.
5.- Obtención de películas y planchas. Se obtienen los
negativos de las fotografías de cada página y con ellos se impresiona una
plancha plana de aluminio.
6.- Impresión. Finalmente, a partir de la plancha, se
imprimen los periódicos en la prensa. Ya están listos para su distribución.
La descripción de un proceso debe ser clara y ordenada. Se debe
seguir el siguiente orden:
Primero se indica de qué proceso se trata y cuál es su
finalidad.
Después se detallan los elementos, materiales o instrumentos
que forman parte del proceso (personas, máquinas, materiales, herramientas...).
Finalmente se explica cómo se desarrolla el proceso. Se
divide en fases y se exponen las operaciones que se realizan en cada una. Se
deben utilizar palabras que indiquen el orden de las operaciones.
Si es posible, se explica para qué se realiza cada
operación.
Descripción de personas
Hay varias formas de describir a una persona. Según se
describan sus rasgos recibe distintos nombres.
Prosopografía Es la
descripción de los rasgos físicos de la persona, de su apariencia externa.
Etopeya Es la
descripción de rasgos psicológicos o morales del personaje: su manera de ser,
de actuar, su carácter.
Retrato Es una
descripción combinada en la que se describen las características físicas y
morales de la persona. Une la prosopografía y la etopeya.
Caricatura Es un tipo
de descripción en la que los rasgos físicos y morales de la persona se
presentan de manera exagerada, acentuando los defectos.
Cómo se hace una prosopografía
Lo más importante es observar atentamente a la persona y
seleccionar y anotar los rasgos físicos que la caracterizan. Los rasgos más
importantes son los que se refieren al rostro, al aspecto general y al vestido.
Antes de hacer la prosopografía hay que tener en cuenta
estas normas:
Es necesario seguir un orden al ir "pintando" al
personaje. Se debe comenzar por el aspecto general y después dar detalles
concretos.
Se debe presentar al personaje en acción para que cobre vida,
describiendo sus movimientos.
Es conveniente reflejar nuestros sentimientos hacia el
personaje (ternura, admiración,
aversión...).
Hay que elegir el tono de la descripción: un tono serio,
irónico, burlón.
Retrato físico de Momo (Michael Ende) En verdad, el aspecto
externo de Momo era un poco extraño y tal vez podía asustar algo a la gente que
da mucha importancia al aseo y al orden. Era pequeña y bastante flaca, de modo
que ni con la mejor voluntad se podía decir si tenía ocho años o ya doce. Tenía
el pelo muy ensortijado, negro como la pez, y parecía no haberse enfrentado
nunca a un peine o unas tijeras. Tenía unos ojos muy grandes, muy hermosos y
también negros como la pez y unos pies del mismo color, pues casi siempre iba
descalza.
El retrato
Normalmente, cuando describimos a una persona, no sólo nos
referimos a su físico, sino que intentamos reflejar su forma de ser y de
actuar, y también lo que nosotros pensamos de esa persona. Describir a una
persona reflejando sus sentimientos, sus costumbres y todo lo que forma su
personalidad es un retrato de carácter.
Para hacer un buen retrato y que éste sea completo hay que
tener en cuenta:
Observar y seleccionar los rasgos más destacados de la
persona, tanto físicos como de carácter.
No acumular demasiados rasgos, sólo los más característicos.
Describir los rasgos en orden. Primero los físicos y después
las cualidades, la forma de actuar, etc.
Presentar al personaje en una ambiente, para que cobre vida
y sea más creíble.
Elegir bien las palabras y utilizar recursos expresivos para
dar viveza y fuerza a la descripción.
Recursos expresivos para describir
Adjetivos bajo,
corpulento, delgaducho, alegre, cariñoso, huraño, tímido, inquieto, dulce...
Comparaciones Se
movía como un pato. Su pelo parecía de oro. Sus ojos eran negros como la pez.
Imágenes Luis es una
ardilla. Celia es un verdadero ciclón.
Metáforas Entre sus
labios lucía una hilera de perlas.
Ejemplo de retrato (Camilo José Cela) Mi padre se llamaba
Esteban Duarte Diniz, y era portugués, cuarentón cuando yo niño, y alto y gordo
como un monte. Tenía la piel tostada y un estupendo bigote negro que se
echaba para abajo. Según cuentan, le tiraban las guías para arriba, pero, desde
que estuvo en la cárcel, se le arruinó la prestancia, se le ablandó la fuerza
del bigote y ya para abajo hubo que llevarlo hasta el sepulcro. Yo le tenía un
gran respeto y no poco miedo, y siempre que podía escurría el bulto y procuraba
no tropezármelo; era áspero y brusco y no toleraba que se le contradijese en
nada, manía que yo respetaba por la cuenta que me tenía.
Modificadores del predicado
Extraído de: http://www.beatrizdinucci.com
Los modificadores del predicado son:
Objeto directo: éste es siempre un sustantivo o una
construcción equivalente. Por ejemplo, María compró rosas (“rosas” es el objeto
directo, ya que modifica al verbo “compró”).
Se lo reconoce porque puede ser reemplazado por los pronombres: la, las,
lo, los. En el caso del ejemplo dado: María las compró. El objeto directo,
responde a la pregunta (“que + el verbo”), por ejemplo: “¿Qué compró María?”.
También se comprueba el objeto directo, pasándolo a una oración pasiva,
haciendo que cumpla la función del sujeto: “Rosas fueron compradas por María”,
aquí vemos cómo la oración se vuelve pasiva (es decir, se resalta el objeto y
la acción y no el sujeto que la llevó a
cabo). Aquí, es necesario explicar el complemento agente, que es el sustantivo
o la construcción equivalente iniciada por la preposición “por”. Aparece en la
voz pasiva y señala a quien realiza la acción indicada por el verbo. En el caso
del ejemplo presentado antes, el complemento agente sería: “por María”.
Objeto indirecto: también siempre es un sustantivo pero se
une al verbo mediante las preposiciones “a” o ”para”. Para reconocerlo se lo reemplaza
con las preposiciones: le, les. Esto es importante, ya que algunos objetos
directos también empiezan con “a”. Veamos un ejemplo de objeto indirecto:
“María compró flores a su madre” (“a su madre”, es el objeto indirecto). En
este ejemplo, el reemplazo sería el siguiente: “María le compró flores”.
Circunstanciales: expresan las circunstancias en que se
realiza la acción, pueden estar constituidos por una sola palabra (en este
caso, serían los adverbios) o por una construcción. Los circunstanciales se clasifican
de la siguiente manera:
De modo (responde a la pregunta: ¿cómo?) Ejemplo: Matías
vivió feliz su cumpleaños.
De tiempo (responde a la pregunta: ¿cuándo?) Ejemplo: Matías
festejó ayer su cumpleaños.
De lugar (responde a la pregunta: ¿dónde?). Ejemplo: Matías
festejó su cumpleaños en un pelotero.
De instrumento (responde a la pregunta: ¿con qué?). Matías
rompió la piñata con un palo de madera.
De compañía (responde a la pregunta: ¿con quién?). Matías
festejó sus cumpleaños con sus mejores amigos.
Cantidad: (responde a la pregunta: ¿cuánto?). Matías sopló
cinco velitas.
Causa: (responde a la pregunta: ¿por qué?). El alumno
lloraba por el mal resultado en su evaluación.
Fin: (responde a la pregunta: ¿para qué?). Los chicos se reunieron
para despedir el año.
Afirmación: Los chicos sí fueron a la fiesta.
Negación: Los payasos no pudieron llegar.
Duda: La niña tal vez falte al colegio mañana.
Predicativo obligatorio: se da en aquellas oraciones que
poseen verbos copulativos (ser, estar, parecer, semejar, conjugados) ya que si
con éstos finalizara la oración, ésta quedaría incompleta o mal formada. Por
ejemplo: María era (está
incompleta). María estaba feliz por la
noticia (“feliz por la noticia”, es el predicativo obligatorio ya que es necesario
para completar la acción.
Predicativo no obligatorio: Estos pueden ubicarse tanto en
el sujeto como en el predicado sin alterar el significado de la oración,
además, a diferencia del obligatorio, pueden suprimirse.
Modificadores del sujeto
Extaído del sitio: http://www.salonhogar.net
El sustantivo principal del sujeto o el pronombre que lo
reemplaza recibe el nombre de núcleo del
sujeto (n). Dentro del sujeto de una oración hay otras palabras y
construcciones que acompañan a los núcleos y se llaman modificadores:
Modificadores del sujeto
* El modificador directo (md) es el artículo o adjetivo que
se une directamente al núcleo del sujeto y concuerda con él en género y número.
Puede ubicarse antes o después del sustantivo, si es un adjetivo. Si es un
artículo, se coloca siempre antes del núcleo.
* La aposición (ap) es la construcción que acompaña al
núcleo y puede intercambiar de función con él ya que repite la idea del sujeto.
Se coloca siempre entre comas ocupando el segundo lugar en el sujeto.
* El modificador indirecto (mi) es la construcción formada
por un término unido al núcleo por medio de un nexo. Se coloca siempre después
del sustantivo núcleo del sujeto. Pueden distinguirse dos tipos:
* Complemento preposicional: el nexo es una preposición.
* Complemento comparativo: el nexo es la palabra como o
cual.
El sujeto está compuesto por un núcleo principal, que
normalmente es un sustantivo pero que puede ser tanto un pronombre como un
infinitivo sustantivado; y por una serie de modificadores del mismo, jerárquicamente
subordinados a él.
Este tipo de modificadores, entre los que podríamos
encontrar varias funciones gramaticales distintas, se pueden agrupar a grandes
rasgos en dos grandes grupos, a saber: los modificadores directos y los
modificadores indirectos.
Los modificadores directos del sujeto son aquellos que van
unidos al núcleo directamente, o lo que es lo mismo, sin preposiciones ni
cualquier tipo de conector de por medio. Se trata de elementos gramaticales que
actúan en una posición adjunta al núcleo. Los determinantes artículos o indefinidos
que en tantas ocasiones inician la frase y preceden al núcleo entran en el
grupo de modificadores directos. También entran en este grupo los adjetivos,
tanto los que preceden al sustantivo núcleo como los que se sitúan tras él. Y
por último, también entran en este primer grupo las aposiciones. Pero veamos
unos ejemplos de cada uno:
El árbol más grande del parque es ese de allí.
El frío de esta región es insoportable.
Los días más calurosos del verano están por llegar.
En estos ejemplos, los determinantes “el” -por dos veces- y
“los” actúan como modificadores directos del núcleo del sujeto (“árbol”, “frío”
y “días”).
El largo invierno de esta región es insoportable.
El gran árbol del parque es ese de allí.
Los días calurosos del verano están por llegar.
En estos casos, hemos añadido algunos adjetivos (“largo”,
“gran”, “calurosos”) adjuntos al núcleo, para ilustrar este caso de
modificación directa. Por supuesto, los determinantes que preceden a los
núcleos siguen siendo igualmente modificadores directos.
Ese profesor, el señor Buendía, es un tipo excelente.
La amiga de Juan, María Elena, me cae bastante bien.
En este caso hemos añadido un par de aposiciones para que
sirvan como ejemplo. Tanto “el señor Buendía”, en el primer ejemplo, como
“María Elena”, en el segundo, son nuevamente modificadores directos del núcleo.
Sin embargo, siempre que incluyamos una preposición que
conecte el núcleo con un complemento, estaremos hablando de modificadores
indirectos. Recuperemos algunos ejemplos que ya hemos usado, pero fijándonos
ahora en otras partes de la oración:
La amiga de Juan me cae bastante bien.
El largo invierno de esta región es insoportable.
Ese profesor de historia, el señor Buendía, es un tipo
excelente.
Aquí, los modificadores “de Juan”, “de esta región”, y “de
historia” son ejemplos perfectos de modificación indirecta, porque van precedidos
de una preposición.
Naturalmente, modificadores directos e indirectos pueden
aparecer juntos en una misma oración, y varios de ellos pueden hacerlo
repetidamente.
Sujeto y predicado
Extraído del sitio: http://www.icarito.cl
- El sujeto es la parte de la oración que nos indica de quién se habla.
Reconocimiento de sujeto y predicado
Mi primo anda en bicicleta.
La estructura de la oración está conformada por dos
elementos fundamentales, que son: sujeto y predicado.
- El sujeto es la parte de la oración que nos indica de quién se habla.
- El predicado es la parte que se relaciona con lo que se
dice del sujeto.
Reconocimiento de sujeto y predicado
Mi primo anda en bicicleta.
- ¿De quién se habla en esta oración?
Se habla de mi primo. Éste es el sujeto.
- ¿Qué se dice de mi primo?
Se dice que anda en bicicleta. Esta parte de la oración
cumple con la función de predicado.
Veamos otros ejemplos, buscaremos el sujeto y el predicado
de la siguiente oración:
Mónica y Luzma visitaron a su abuela la semana pasada.
- ¿De quién se habla?
Se habla de Mónica y Luzma.
- ¿Qué se dice de ellas?
Se dice que visitaron a su abuela la semana pasada.
Para encontrar el sujeto
Además de la forma que ya te mencionamos, existe otra muy
práctica para distinguir el sujeto. Ésta consiste en marcar la acción y
preguntar ¿quién? o ¿quiénes?
Analizaremos este ejemplo: La niña conversa con su amiga.
La acción es conversa.
- ¿Quién conversa con su amiga? La niña.
Entonces, el sujeto es la niña y el predicado, conversa con
su amiga.
Ahora, observa la siguiente oración: Por el bosque caminaban
los siete enanitos.
La acción es caminaban.
- ¿Quiénes caminaban por el bosque? Los siete enanitos.
Entonces, el sujeto es: los siete enanitos y el predicado,
por el bosque caminaban.
A través de estos dos ejemplos podemos concluir que:
- La acción va siempre en el predicado.
- El sujeto no siempre está ubicado al inicio de la oración.
domingo, 29 de abril de 2012
El cuento fantástico
De: “Introducción
literaria III”. Editorial Estrada
Ingredientes de la materia fantástica
El cuento fantástico utiliza como punto de partida los
misterios que plantean el hombre y su mundo y que no han tenido una explicación
clara y certera: el tiempo, el espacio, los sueños, las dimensiones, la
muerte...
El autor del cuento fantástico elige uno de esos misterios
como tema pero sin intención de resolverlo, sino que, valiéndose de la ausencia
de respuestas y de su imaginación, logra la incertidumbre. Es por eso que,
partiendo de elementos reales y cotidianos – a veces en forma gradual y otras abruptamente-
anula la realidad y nos traslada al ámbito de lo misterioso y de lo
inexplicable. Proviene de la vacilación entre una explicación natural o una
sobrenatural.
El escritor busca que el lector se pregunte acerca de la
factibilidad de los sucesos; por eso elabora un relato verosímil, al que añade
elementos extraños. Éste es el medio de producir la perplejidad y el suspenso,
fuente de curiosidad, desazón y, a veces, miedo para el lector.
Tratamiento de la materia fantástica
Son prácticamente innumerables los medios de que se valen
los autores de narraciones fantásticas una vez que han entrado en el proceso
mental por el cual liberan su imaginación. Invaden tiempo, espacio, personajes
o situaciones y, en ocasiones, todo a la vez.
Cuando el personaje es presa de las fuerzas sobrenaturales,
si es un ser humano puede sufrir, entre otros, el fenómeno de la metamorfosis;
si es cualquier elemento de la realidad –animales, objetos, muerte, espíritu-
se animiza y adquiere características propias del hombre.
Si la invasión de lo fantástico se produce por medio del
tiempo y del espacio, se producen traslados a los otros tiempos -ya del pasado
como al futuro- anacronismos parciales, retrocesos en la propia historia,
detención del tiempo, desajustes entre el tiempo cronológico y el tiempo
interior, multiplicación en el tiempo, ruptura de las leyes físicas,
transmutación de mundos.
Otro tema predilecto de los autores de cuentos fantásticos
es la interrelación entre el sueño y la realidad: sueño dentro de otro sueño, conciencia
de que se está soñando, sueños comunes a varias personas; en todos los casos,
con un elemento que, luego en la vigilia, deja un rastro: por ejemplo, un
objeto material presente en el sueño y presente en la vigilia.
Definición
El cuento fantástico es aquel que, por la suma de elementos
reales y de elementos extraños e inexplicables, hace vacilar entre una
explicación natural o una sobrenatural y deja al lector sumido en la
incertidumbre.
Horacio Quiroga

Extraído del sitio: http://www.biografiasyvidas.com
(Salto, 1878 - Buenos Aires, 1937) Narrador uruguayo radicado en Argentina, considerado uno de los mayores cuentistas latinoamericanos de todos los tiempos. Su obra se sitúa entre la declinación del modernismo y la emergencia de las vanguardias.
(Salto, 1878 - Buenos Aires, 1937) Narrador uruguayo radicado en Argentina, considerado uno de los mayores cuentistas latinoamericanos de todos los tiempos. Su obra se sitúa entre la declinación del modernismo y la emergencia de las vanguardias.
Las tragedias marcaron la vida del escritor: su padre murió
en un accidente de caza, y su padrastro y posteriormente su primera esposa se
suicidaron; además, Quiroga mató accidentalmente de un disparo a su amigo
Federico Ferrando.
Estudió en Montevideo y pronto comenzó a interesarse por la
literatura. Inspirado en su primera novia escribió Una estación de amor (1898),
fundó en su ciudad natal la Revista de Salto (1899), marchó a Europa y resumió
sus recuerdos de esta experiencia en Diario de viaje a París (1900). A su
regreso fundó el Consistorio del Gay Saber, que pese a su corta existencia
presidió la vida literaria de Montevideo y las polémicas con el grupo de J.
Herrera y Reissig.
Ya instalado en Buenos Aires publicó Los arrecifes de coral,
poemas, cuentos y prosa lírica (1901), seguidos de los relatos de El crimen del
otro (1904), la novela breve Los perseguidos (1905), producto de un viaje con
Leopoldo Lugones por la selva misionera, hasta la frontera con Brasil, y la más
extensa Historia de un amor turbio (1908). En 1909 se radicó precisamente en la
provincia de Misiones, donde se desempeñó como juez de paz en San Ignacio,
localidad famosa por sus ruinas de las reducciones jesuíticas, a la par que cultivaba
yerba mate y naranjas.
Nuevamente en Buenos Aires trabajó en el consulado de
Uruguay y dio a la prensa Cuentos de amor, de locura y de muerte (1917), los
relatos para niños Cuentos de la selva (1918), El salvaje, la obra teatral Las
sacrificadas (ambos de 1920), Anaconda (1921), El desierto (1924), La gallina
degollada y otros cuentos (1925) y quizá su mejor libro de relatos, Los
desterrados (1926). Colaboró en diferentes medios: Caras y Caretas, Fray Mocho,
La Novela Semanal y La Nación, entre otros.
En 1927 contrajo segundas nupcias con una joven amiga de su
hija Eglé, con quien tuvo una niña. Dos años después publicó la novela Pasado
amor, sin mucho éxito. Sintiendo el rechazo de las nuevas generaciones
literarias, regresó a Misiones para dedicarse a la floricultura. En 1935 publicó
su último libro de cuentos, Más allá. Hospitalizado en Buenos Aires, se le
descubrió un cáncer gástrico, enfermedad que parece haber sido la causa que lo
impulsó al suicidio, ya que puso fin a sus días ingiriendo cianuro.
Quiroga sintetizó las técnicas de su oficio en el Decálogo
del perfecto cuentista, estableciendo pautas relativas a la estructura, la
tensión narrativa, la consumación de la historia y el impacto del final.
Incursionó asimismo en el relato fantástico. Sus publicaciones póstumas incluyen
Cartas inéditas de H. Quiroga (1959, dos tomos) y Obras inéditas y desconocidas
(ocho volúmenes, 1967-1969).
Influido por Edgar Allan Poe, Rudyard Kipling y Guy de
Maupassant, Horacio Quiroga destiló una notoria precisión de estilo, que le
permitió narrar magistralmente la violencia y el horror que se esconden detrás
de la aparente apacibilidad de la naturaleza. Muchos de sus relatos tienen por
escenario la selva de Misiones, en el norte argentino, lugar donde Quiroga
residió largos años y del que extrajo situaciones y personajes para sus
narraciones. Sus personajes
suelen ser víctimas propiciatorias de la hostilidad y la
desmesura de un mundo bárbaro e irracional, que se manifiesta en inundaciones,
lluvias torrenciales y la presencia de animales feroces.
Quiroga manejó con destreza las leyes internas de la
narración y se abocó con ahínco a la búsqueda de un lenguaje que lograra
transmitir con veracidad aquello que deseaba narrar; ello lo alejó
paulatinamente de los presupuestos de la escuela modernista, a la que había
adherido en un principio. Fuera de sus cuentos ambientados en el espacio
selvático misionero, abordó los relatos de temática parapsicológica o
paranormal, al estilo de lo que hoy conocemos como literatura de anticipación.
A la deriva - Horacio Quiroga
El hombre pisó algo blancuzco, y en seguida sintió la
mordedura en el pie. Saltó adelante, y al volverse con un juramento vio una
yaracacusú que, arrollada sobre sí misma, esperaba otro ataque.
El hombre echó una veloz ojeada a su pie, donde dos gotitas
de sangre engrosaban dificultosamente, y sacó el machete de la cintura. La
víbora vio la amenaza, y hundió más la cabeza en el centro mismo de su espiral;
pero el machete cayó de lomo, dislocándole las vértebras.
El hombre se bajó hasta la mordedura, quitó las gotitas de
sangre, y durante un instante contempló. Un dolor agudo nacía de los dos
puntitos violetas, y comenzaba a invadir todo el pie. Apresuradamente se ligó
el tobillo con su pañuelo y siguió por la picada hacia su rancho.
El dolor en el pie aumentaba, con sensación de tirante
abultamiento, y de pronto el hombre sintió dos o tres fulgurantes puntadas que,
como relámpagos, habían irradiado desde la herida hasta la mitad de la
pantorrilla. Movía la pierna con dificultad; una metálica sequedad de garganta,
seguida de sed quemante, le arrancó un nuevo juramento.
Llegó por fin al rancho y se echó de brazos sobre la rueda
de un trapiche. Los dos puntitos violeta desaparecían ahora en la monstruosa
hinchazón del pie entero. La piel parecía adelgazada y a punto de ceder, de
tensa. Quiso llamar a su mujer, y la voz se quebró en un ronco arrastre de
garganta reseca. La sed lo devoraba.
-¡Dorotea! -alcanzó a lanzar en un estertor-. ¡Dame caña!
Su mujer corrió con un vaso lleno, que el hombre sorbió en
tres tragos. Pero no había sentido gusto alguno.
-¡Te pedí caña, no agua! -rugió de nuevo-. ¡Dame caña!
-¡Pero es caña, Paulino! -protestó la mujer, espantada.
-¡No, me diste agua! ¡Quiero caña, te digo!
La mujer corrió otra vez, volviendo con la damajuana. El
hombre tragó uno tras otro dos vasos, pero no sintió nada en la garganta.
-Bueno; esto se pone feo -murmuró entonces, mirando su pie
lívido y ya con lustre gangrenoso. Sobre la honda ligadura del pañuelo, la
carne desbordaba como una monstruosa morcilla.
Los dolores fulgurantes se sucedían en continuos
relampagueos y llegaban ahora a la ingle. La atroz sequedad de garganta que el
aliento parecía caldear más, aumentaba a la par. Cuando pretendió incorporarse,
un fulminante vómito lo mantuvo medio minuto con la frente apoyada en la rueda
de palo.
Pero el hombre no quería morir, y descendiendo hasta la
costa subió a su canoa. Sentose en la popa y comenzó a palear hasta el centro
del Paraná. Allí la corriente del río, que en las inmediaciones del Iguazú
corre seis millas, lo llevaría antes de cinco horas a Tacurú-Pucú.
El hombre, con sombría energía, pudo efectivamente llegar
hasta el medio del río; pero allí sus manos dormidas dejaron caer la pala en la
canoa, y tras un nuevo vómito -de sangre esta vez- dirigió una mirada al sol
que ya trasponía el monte.
La pierna entera, hasta medio muslo, era ya un bloque
deforme y durísimo que reventaba la ropa. El hombre cortó la ligadura y abrió
el pantalón con su cuchillo: el bajo vientre desbordó hinchado, con grandes
manchas lívidas y terriblemente doloroso. El hombre pensó que no podría jamás
llegar él solo a Tacurú-Pucú, y se decidió a pedir ayuda a su compadre Alves,
aunque hacía mucho tiempo que estaban disgustados.
La corriente del río se precipitaba ahora hacia la costa
brasileña, y el hombre pudo fácilmente atracar. Se arrastró por la picada en
cuesta arriba, pero a los veinte metros, exhausto, quedó tendido de pecho.
-¡Alves! -gritó con cuanta fuerza pudo; y prestó oído en
vano.
-¡Compadre Alves! ¡No me niegue este favor! -clamó de nuevo,
alzando la cabeza del suelo. En el silencio de la selva no se oyó un solo
rumor. El hombre tuvo aún valor para llegar hasta su canoa, y la corriente,
cogiéndola de nuevo, la llevó velozmente a la deriva.
El Paraná corre allí en el fondo de una inmensa hoya, cuyas paredes,
altas de cien metros, encajonan fúnebremente el río. Desde las orillas
bordeadas de negros bloques de basalto, asciende el bosque, negro también.
Adelante, a los costados, detrás, la eterna muralla lúgubre, en cuyo fondo el
río arremolinado se precipita en incesantes borbollones de agua fangosa. El
paisaje es agresivo, y reina en él un silencio de muerte. Al atardecer, sin
embargo, su belleza sombría y calma cobra una majestad única.
El sol había caído ya cuando el hombre, semitendido en el
fondo de la canoa, tuvo un violento escalofrío. Y de pronto, con asombro,
enderezó pesadamente la cabeza: se sentía mejor. La pierna le dolía apenas, la
sed disminuía, y su pecho, libre ya, se abría en lenta inspiración.
El veneno comenzaba a irse, no había duda. Se hallaba casi
bien, y aunque no tenía fuerzas para mover la mano, contaba con la caída del
rocío para reponerse del todo. Calculó que antes de tres horas estaría en
Tacurú-Pucú.
El bienestar avanzaba, y con él una somnolencia llena de
recuerdos. No sentía ya nada ni en la pierna ni en el vientre. ¿Viviría aún su
compadre Gaona en Tacurú-Pucú? Acaso viera también a su ex patrón mister Dougald,
y al recibidor del obraje.
¿Llegaría pronto? El cielo, al poniente, se abría ahora en
pantalla de oro, y el río se había coloreado también. Desde la costa paraguaya,
ya entenebrecida, el monte dejaba caer sobre el río su frescura crepuscular, en
penetrantes efluvios de azahar y miel silvestre. Una pareja de guacamayos cruzó
muy alto y en silencio hacia el Paraguay.
Allá abajo, sobre el río de oro, la canoa derivaba
velozmente, girando a ratos sobre sí misma ante el borbollón de un remolino. El
hombre que iba en ella se sentía cada vez mejor, y pensaba entretanto en el
tiempo justo que había pasado sin ver a su ex patrón Dougald. ¿Tres años? Tal
vez no, no tanto. ¿Dos años y nueve meses? Acaso. ¿Ocho meses y medio? Eso sí,
seguramente.
De pronto sintió que estaba helado hasta el pecho.
¿Qué sería? Y la respiración...
Al recibidor de maderas de mister Dougald, Lorenzo Cubilla,
lo había conocido en Puerto Esperanza un viernes santo... ¿Viernes? Sí, o
jueves...
El hombre estiró lentamente los dedos de la mano.
-Un jueves...
Y cesó de respirar.
sábado, 28 de abril de 2012
Oraciones unimembres y bimembres
Extraído del sitio: http://www.profesorenlinea.cl
Sujeto y Predicado
a) Oración y Frase
La oración es la unidad clave de la gramática; es la unidad
lingüística con significado que se caracteriza porque tiene sentido completo.
Por ejemplo, la palabra tiene un significado completo, pero no expresa nada si
no se combina con otras palabras.
He aquí una situación que representa lo dicho anteriormente:
“Si en la clase, ante los compañeros, alguien dice simplemente bolígrafo, ha
pronunciado una palabra que tiene un significado, pero carece de un sentido
completo. Por el contrario, si dice necesito un bolígrafo, sí comunica un
sentido completo.
Hay veces en que una sola palabra expresa un sentido
completo, porque se presupone en el diálogo o en el contexto social.
La oración es la serie, cadena o conjunto de palabras que
trasmite un sentido completo. También
existen oraciones formadas por una sola palabra.
Cuando una persona habla o escribe lo hace empleando frases;
esto es, trozos coherentes de su lengua. De otro modo, pensaríamos que está
loco o, sencillamente, no le entenderíamos.
Normalmente decimos que una cosa “tiene sentido” cuando se
entiende, cuando encontramos en ella esa coherencia por la que podemos saber
qué se nos está diciendo o qué estamos leyendo.
De modo que “tiene sentido”: un libro, un artículo de un
periódico, una carta, una conversación, una pregunta cualquiera, etc. A esta unidad lingüística más pequeña que tiene
sentido completo se le llama oración.
Las personas, al utilizar la lengua, inconscientemente
generan oraciones y hablan mediante oraciones.
Las oraciones pueden clasificarse en:
Oraciones unimembres
Oraciones bimembres
Oraciones unimembres: Son aquellas que no tienen verbo.
Están formadas por una o dos palabras (no olvidar que aunque estén formadas por
una sola palabra continúan teniendo sentido completo).
Ej: Hola.
Es oración porque la palabra es un saludo que todos
conocemos y al que sabemos corresponder. Implica un gesto de amistad o
simplemente cordialidad. Es una palabra que da inicio a futuras palabras.
Buenos días; Adiós, etc., son ejemplos de oraciones
unimembres.
Oraciones bimembres: Son aquellas que tienen verbo. Están
formadas por un conjunto de palabras que tienen sentido completo, de tal forma
que ellas se organizan en dos partes o miembros o grupos oracionales:
grupo de sujeto
grupo de predicado
Lo más importante de la oración es el predicado que contiene
lo que quiere comunicar el hablante.
El sujeto es una consecuencia del predicado, es el elemento
que sustenta lo expresado por el predicado.
La Frase es una palabra o un conjunto de palabras que no
tiene sentido completo.
Ej: “Sólo fines de semana” es una frase, porque no tiene
sentido completo. ¿Qué pasa los fines de semana?, en cambio “Se atiende sólo fines de semana” es una
oración porque tiene sentido completo.
b) Sujeto y
Predicado: Oración bimembre
Sujeto:
Si se expresa en una oración qué hace un ser, dice o lo que
le sucede, lo lógico es que en la frase se haga mención de la persona o cosa
que realiza esa acción. Esa persona,
animal o cosa que realiza la acción es el sujeto.
El sujeto es la persona, animal o cosa de quien se dice
algo, en otras palabras es quien realiza la acción del verbo.
Predicado:
Es lo que se dice del sujeto. En él siempre está presente la
forma verbal (uno o más verbos).
Núcleos del sujeto y del predicado
El núcleo tanto del sujeto como del predicado corresponde a
la o las palabras más importantes que contiene.
Siempre el núcleo del sujeto es un sustantivo o un
pronombre. Siempre el núcleo del predicado es la forma verbal (uno o más
verbos).
miércoles, 25 de abril de 2012
Las secuencias narrativas. Los conectores temporales
Extraído del sitio: http://escritorioalumnos.educ.ar
Los conectores temporales son uno de los recursos que tenemos en nuestra lengua para indicar esas relaciones. Los conectores son aquellas palabras que establecen relaciones entre las diversas oraciones, párrafos o componentes de una misma oración. Los conectores temporales permiten organizar la narración de acuerdo con una cronología (ordenamiento de los acontecimientos según una línea de tiempo).
Los textos míticos, como otros textos con trama narrativa,
están constituidos por secuencias, que son las unidades narrativas mínimas que
se pueden señalar en un texto.
ACTIVIDADES
Lee el mito de Dédalo e Ícaro y reescribilo conjugando los
verbos que aparecen entre paréntesis.
El rey Minos, necesitaba un lugar donde encerrar el
Minotauro, por eso le (encargar) a Dédalo la construcción de un laberinto. Dédalo con la ayuda
de su hijo Ícaro, (levantar) las paredes del intrincado laberinto. Cuando la tarea
(estar) terminada no pudieron salir, pero como ingeniosos constructores idearon la forma
de escapar. Dédalo (preparar) unas alas de plumas, que pegadas al cuerpo con
cera le permitirían salir del laberinto volando. Antes de partir, Dédalo le (advertir) a
su hijo que no se acercara al sol. Impulsados por las alas se (elevar) y (dejar) atrás el
laberinto de Creta. Ya en el aire, Ícaro se (sentir) feliz de poder volar y (desobedecer)
a su padre. (Volar) cada vez más alto y en su entusiasmo no notó que el calor le (estar)
derritiendo la cera. Finalmente, cuando el sol (fundir) la cera que (mantener)
las alas, Ícaro (caer) al mar.
Los textos que presentan una serie de acciones, que realizan
los personajes y que se relacionan formando secuencias, se llaman textos narrativos.
Para narrar es necesario organizar una serie de hechos realizados por
personajes en determinado tiempo y espacio.
Organiza las secuencias del relato mítico de Dédalo e Ícaro.
Las acciones de la narración se conectan unas a otras,
establecen relaciones entre sí.
Los conectores temporales son uno de los recursos que tenemos en nuestra lengua para indicar esas relaciones. Los conectores son aquellas palabras que establecen relaciones entre las diversas oraciones, párrafos o componentes de una misma oración. Los conectores temporales permiten organizar la narración de acuerdo con una cronología (ordenamiento de los acontecimientos según una línea de tiempo).
Algunos conectores temporales son: cuando, mientras,
entonces, luego, cada vez que, apenas, en cuanto, simultáneamente, al
principio, después de un tiempo, en esos días, antes que, después de que, más tarde,
de pronto, repentinamente, ahora que, por último.
Ahora relee la lista de conectores temporales y clasificalos
según indiquen:
Anterioridad con respecto a otra acción: por ejemplo, antes
que.
Simultaneidad con respecto a otra acción: por ejemplo,
mientras.
Posterioridad con respecto a otra acción: por ejemplo,
después de un tiempo.
¿Cuántas secuencias podés reconocer en el siguiente texto
mítico?
¿Cuáles son los conectores temporales? ¿Cuáles establecen
una relación de simultaneidad, cuáles de anterioridad y cuáles de posterioridad
entre los hechos?
Dioniso
Por orden de Hera los Titanes se apoderaron del hijo recién
nacido de Zeus, Dioniso, lo desmenuzaron y lo hirvieron en pedazos en una
caldera. Al mismo tiempo, brotaba de la tierra un pequeño árbol, en el lugar donde su sangre caía. Más tarde fue reconstruido por su abuela Rea y volvió a
la vida. Zeus para protegerlo, lo envió al palacio de la reina Ino,
para que ésta lo criara, vestido de niña, en las habitaciones de las mujeres.
Pero Hera, la esposa de Zeus enseguida se dio cuenta del engaño, y castigó a
Ino con la locura.
Luego, por orden de Zeus, Hermes transformó a Dioniso en un
chivo y lo regaló a las ninfas. Ellas lo cuidaron en una cueva en el monte
Helicón, lo mimaron y lo alimentaron con miel. En ese tiempo fue que Dioniso
inventó el vino, hecho por el cual se lo celebra. Cuando llegó a la edad viril, Hera lo reconoció como hijo de
Zeus, y lo castigó con la locura. Con el paso de los años, Dioniso se dedicó a recorrer el mundo acompañado de las Ménades, cuyas armas eran las espadas y las serpientes
que infundían terror. Después de vencer a los Titanes para restablecer el reino
a Amón, se dirigió a la India, donde continuaron sus aventuras.
R. Graves, Los mitos griegos, Madrid : Alianza, 1993
(Adap.).
Estatuas de la noche - Clark Ashton Smith
Limitadas por un horizonte lejano, que desde cierto punto se
encuentra muy remoto y parece fundido con la brillantez azul de un cielo
metálico, contrastan el negro esplendor de sus formas marmóreas con el
insuperable resplandor del sol. Construidas en el amanecer de los tiempos, por
una raza cuyas tumbas en forma de torre y ciudades de altas cúpulas constituyen
ahora un sólo polvo con el de sus constructores en las lentas evoluciones del
desierto, permanecen en pie para contemplar los terribles amaneceres postreros,
que surgen en otros países, consumiendo los velos de la noche en las
desolaciones infinitas. Al mismo nivel de la luz, sus ceños temibles conservan
el orgullo de los reyes Titánicos. En sus ojos de mirada pétrea, implacables y
sin párpados, se refleja la desesperación de quienes han contemplado el infinito
durante demasiado tiempo.
Mudas como las montañas de cuyo seno metálico surgieran, sus
labios nunca han reconocido la soberanía de los soles que en llamarada
triunfante cabalgan de horizonte a horizonte por la tierra subyugada. Únicamente
al atardecer, cuando el oeste arde como un horno gigantesco, y las lejanas
montañas lanzan chispas doradas a las profundidades de los cielos caldeados
(únicamente al atardecer, cuando el este se hace infinito e indefinido, y las
sombras del desierto se mezclan con la sombra de la noche hasta formar una
sola), entonces, y sólo entonces, surge de sus gargantas pétreas una música que
se eleva hacia el horizonte cobrizo; es una música fuerte y triste, extraña y
de gran sonoridad, como el canto de las estrellas negras, o la letanía de
dioses que invocan al olvido; es una música que enternece al desierto llegando
hasta su corazón de roca, y que retumba en el granito de tumbas olvidadas,
hasta que los últimos ecos de su alegría, cual trompetas del destino, se unen
al negro silencio de lo infinito.
La oración
Extraído del sitio: http://roble.pntic.mec.es
Podemos definir la oración como una unidad de comunicación
que posee sentido completo, independencia sintáctica y termina en pausa o
punto.
La mesa del profesor tiene libros.
Elementos de la oración
El sujeto (S)
Llamamos sujeto a la persona, animal o cosa que realiza la
acción del verbo o de quien se dice algo.
El hijo de mi vecina compró
una bicicleta.
S
El predicado (P)
Llamamos predicado a lo que se dice del sujeto.
El hijo de mi vecina compró
una bicicleta.
P
El sujeto
En el sujeto siempre hay una palabra que es más importante y
se llama núcleo (N). Siempre es un nombre o cualquier otra palabra que funciona
como si lo fuera.
El hijo de mi
vecina compró una bicicleta.
N
S P
Aquélla tiene
el pelo rubio.
N
S P
Para localizar el sujeto de una oración se le pregunta
¿Quién? o ¿Quiénes? al verbo.
El hijo de mi vecina compró
una bicicleta.
S
¿Quién compró...? El hijo de mi vecina = Sujeto (S).
En algunas oraciones el sujeto no está presente. Cuando es
así se le llama sujeto omitido (SO), sujeto sobreentendido o sujeto gramatical.
Jugaron a los indios. (Ellos-as)
SO
El predicado
La palabra más importante de casi todos los predicados es el
verbo, al que llamaremos núcleo (N).
El hijo de mi vecina compró una bicicleta.
N
S P
Aquélla tiene
el pelo rubio.
N
S P
Localizar el predicado es lo más fácil del mundo. Predicado
es todo lo que no es sujeto.
Recursos estilísticos
Extraído del sitio: http://roble.pntic.mec.es
Estilo.
Estilo.
Recursos estilísticos son los diversos "trucos"
que utiliza el escritor para hacer más expresivo su mensaje y llamar la
atención del lector. El conjunto de estos recursos que utiliza el autor se
llama estilo.
Clases de recursos estilísticos.
Recursos fonéticos.
· Aliteración.
· Onomatopeya.
· Paronomasia.
· Similicadencia.
· Palindromía.
Recursos semánticos.
· Comparación.
· Metáfora.
· Alegoría.
· Metonimia.
· Antítesis.
· Personificación o prosopopeya.
· Apóstrofe.
· Hipérbole.
· Juego de palabras: · Calambur. · Dilogía.
Recursos morfológicos.
· Enumeración.
· Epíteto.
Recursos sintácticos.
· Hipérbaton.
· Anáfora.
· Quiasmo.
· Asíndeton.
· Polisíndeton.
· Paralelismo.
· Elipsis
Clases de recursos estilísticos.
Recursos fonéticos.
Mediante estos recursos, el autor pretende resaltar el
contenido de su mensaje valiéndose de los sonidos de la lengua.
· Aliteración. Consiste en repetir uno o varios fonemas con
la intención de expresar una idea o producir efectos sensoriales.
Como vemos que un río mansamente
por do no halla estorbo sin sonido
sigue su natural
curso seguido
tal que aun apenas se siente...
El poeta repite la "s" para producir un efecto de
silencio y resaltar la tranquilidad del río.
· Onomatopeya. Es una
variante de la aliteración que consiste en imitar los ruidos que existen en la
naturaleza.
¿O el eco ronco del
lejano trueno
que en las hondas cavernas retumbó?
La repetición de la "r" parece imitar el ruido del
trueno retumbando en las paredes de la cueva.
· Paronomasia. Es la
proximidad de palabras que tienen sonidos parecidos pero significados
distintos.
En mi aposento otras veces
una guitarra tomo,
que como barbero templo
y como bárbaro toco.
El autor pretende producir un fuerte contraste entre
"barbero" y "bárbaro" que tienen sonidos parecidos pero
significados distintos.
· Similicadencia. Consiste en colocar de forma próxima
palabras que posee sonidos semejantes.
...oro, lloro e
imploro, cuando estoy solo y rememoro...
· Palindromía.
Consiste en construir frases de manera que se lean igual de izquierda a derecha
que de derecha a izquierda.
Dábale el arroz a la zorra el abad.
Recursos semánticos.
Éstos se basan en la relación que existe entre el
significado y el significante de las palabras.
· Comparación. Consiste en relacionar dos palabras cuyos
significados tienen algún parecido. Comparar una idea con otra más conocida,
más clara o más expresiva.
El ciprés es como un surtidor de agua.
· Metáfora. Es el
recurso que consiste en identificar una palabra con otra. Sustituir una idea
por otra más expresiva. Si a una comparación le quitamos el enlace comparativo
(como...) la convertimos en metáfora.
El ciprés es un surtidor de agua. Los suspiros de escapan de
su boca de fresa. (Fresa = roja y dulce.)
A veces no aparece el
término real de la metáfora, entonces utilizamos una metáfora pura.
La dulce boca que a gustar convida
un humor entre perlas destilado...
"Perlas" es
una metáfora que equivale a los "dientes".
· Alegoría. Es una metáfora continuada a lo largo de un
poema.
En una alforja al hombro
llevo los vicios:
los ajenos delante
detrás los míos.
Esto hacen todos;
así ven los ajenos
mas no los propios.
En el ejemplo se explica a través de metáforas, la distinta
valoración que hacemos de los defectos, dependiendo de que sean propios o
ajenos.
· Metonimia. Consiste
en designar algo con otro nombre, basándose en la relación de sus significados.
Me bebí tres vasos. Tengo un Goya en la pared.
Nombramos el continente en lugar del contenido o al autor en
lugar de su obra.
· Antítesis. Consiste en relacionar dos palabras que se
oponen entre sí.
¡Fue sueño ayer; mañana será tierra!
¡Poco antes, nada, y poco después, humo!
Fue - será; sueño - tierra; ayer - mañana; poco antes - poco
después.
Mediante palabras que se oponen se pretende llamar la
atención.
· Personificación o Prosopopeya. Consiste en atribuir
cualidades humanas a los seres inanimados o irracionales.
Con mi llorar las piedras enternecen
su natural dureza y la quebrantan;
los árboles parece que se inclinan;
las aves que se escuchan, cuando cantan,
con diferente voz se condolecen
y mi morir cantando me adivinan.
El poeta da cualidades humanas a las piedras, los árboles y
las aves.
· Apóstrofe. Consiste en dirigir exclamaciones o preguntas a
seres animados o inanimados.
Olas gigantes que os rompéis bramando
en las playas desiertas y remotas,
envuelto entre las sábanas de espuma,
¡llevadme con vosotras!
· Hipérbole. Es una
exageración desmesurada de las cualidades o acciones.
Daban miedo los collares
de tanto que se estrecharon.
· Juego de palabras. Consiste en utilizar dos o más palabras
que se escriben o se pronuncian igual, pero tienen significados diferentes.
Con los tragos del que suelo
llamar yo néctar divino,
y a quien otros llaman vino
porque nos vino del cielo,...
· Calambur. Es el juego de palabras que consiste en juntar
las sílabas de dos palabras diferentes para formar una nueva; o separar las
sílabas de una palabra y obtener una nueva.
Por un caminito
va caminando
un animalito
que ya te he dicho.
Blanca por dentro,
verde por fuera
si quieres que te lo diga,
espera.
· Dilogía. Es un juego de palabras que consiste en utilizar
una palabra con dos o más significados a la vez.
Salió de la cárcel con tanta honra,
que le acompañaron doscientos cardenales;
salvo que a ninguno llamaban eminencia.
El autor utiliza la palabra "cardenal" con dos
significados: cargo eclesiástico y moretón.
Recursos morfológicos.
· Enumeración. Es el recurso que consiste en acumular sustantivos
para describir algo.
Aquí, en fin, la cortesía,
el buen trato, la verdad,
la finura, la lealtad ...
fama, honor y vida son
caudal de pobres soldados.
Se describen las
cualidades de un soldado mediante la acumulación de sustantivos.
· Epíteto. Es la
utilización de adjetivos que generalmente se colocan delante de los sustantivos
para añadirles viveza y colorido; pero que no añaden ningún significado.
Por ti la verde hierba, el fresco viento,
el blanco lirio y colorada rosa
y dulce primavera deseaba.
Recursos sintácticos.
· Hipérbaton.
Consiste en cambiar el orden normal de las palabras de una oración.
De este, pues, formidable de la tierra bostezo el
melancólico vacío.
El orden lógico sería: El melancólico vacío de este formidable
bostezo de la tierra.
· Anáfora. Consiste
en repetir una o varias palabras al principio de las oraciones.
Dejé por ti mis bosques...
Dejé un temblor, dejé una sacudida.
Dejé mi sombra...
Dejé palomas tristes junto a un río.
Dejé de oler el mar, dejé de verte.
·
. Quiasmo. Consiste
en combinar las clases de palabras en una oración dos a dos siguiendo el
esquema ABBA.
Cestillas blancas de purpúreas rosas.
ABBA
El autor coloca dos nombres en los extremos y dos adjetivos que
los califican en el centro.
· Asíndeton. Es la
supresión intencionada de las conjunciones o nexos que unen oraciones o
palabras.
Acude, corre, vuela,
traspasa la alta sierra, ocupa el llano,
no perdones la espuela,
no des paz a la mano,
menea fulminando el hierro insano.
· Polisíndeton. Es la
unión innecesaria de varias oraciones o palabras con nexos.
Y allí se reconoce, y crece y lanza,
y avanza y levanta espumas, y salta y confía,
y hiende y late en las aguas vivas, y canta,...
· Paralelismo.
Consiste en distribuir paralelamente palabras, sintagmas y oraciones, para
conseguir un efecto rítmico.
Yo a las cabañas bajé,
yo a los palacios subí,
yo los claustros escalé
y en todas partes dejé
memoria amarga de mí.
· Elipsis. Se produce cuando se suprime algún elemento de la
oración porque se sobreentiende.
Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Lo (que es) bueno, si (es) breve, (es) dos veces bueno.
martes, 24 de abril de 2012
Significaciones denotativas y connotativas
SIGNIFICACIÓN DENOTATIVA:
Es la que expresa directamente aquello de lo que se está
hablando; en el sentido recto de las palabras, tiene una sola interpretación.
Ejemplos:
- Te compraré un
par de zapatos.
- Tienes los
zapatos sucios.
- Los delincuentes
entraron por la ventana.
- La ventana está
limpia.
SIGNIFICACIÓN CONNOTATIVA:
Es la que expresa más de un significado. Es el sentido
figurado de las palabras. Se utiliza en la literatura, en el cine, en algunos
campos de periodismo, el humor, en la publicidad, etc.
Ejemplos:
- ¿Dónde estás
corazoncito?
- Vuelve palomita
a tu dulce nido.
- Madonna sigue
siendo una estrella.
Ejemplos de Solicitud
En primera persona
Paraná, 24 de abril de 2012
Sres. de Arnet S. A.
El
motivo de la presente es hacerles saber que me encuentro sin servicio de
Internet desde hace más de 20 días.
Me he comunicado telefónicamente en varias oportunidades sin
que me solucionen el problema.
Solicito por este medio que tomen a la brevedad las medidas
pertinentes para la pronta restitución del servicio y que los días en que
estuve sin conexión se me descuenten del precio del abono.
Quedo a la espera de una pronta respuesta.
María
García
D.N.I. 18236092
Dirección:
Andrés Pazos 367
Tel.: 4237118
En tercera persona
Paraná, 24 de abril de 2012
Sres. de Arnet S. A.
La
que suscribe, María García, D.N.I.
18236092, domiciliada en Andrés Pazos 367, quiere dejar sentado que se
encuentra sin servicio de Internet desde hace más de 20 días, habiendo
solicitado servicio técnico sin obtener respuesta y solicita por este medio la
pronta solución del problema citado anteriormente quedando a la espera de una rápida
respuesta.
Atentamente.
María García
D.N.I. 18236092
Dirección:
Andrés Pazos 367
Tel.: 4237118
Elementos a tener en cuenta para analizar cuentos y novelas
Tomado del sitio: http://literatura714.blogspot.com.ar
Este teórico te permitirá tener algunos elementos para poder
analizar un cuento o una novela. Está realizado sobre la base de la postura
teórica denominada “narratología” y constituye un resumen de los aspectos
fundamentales a tener en cuenta para cualquier análisis.
Sabemos que la literatura es un arte que utiliza la palabra
para construir un mundo de ficción. ¿Cómo lo hace? Pues utiliza “recursos
literarios” con diversos objetivos, ya sea, para crear atmósferas determinadas,
caracterizar a los personajes, provocar el suspenso y atraer la atención del
lector, conmoverlo, etc. Los tres géneros “canónicos” son la lírica (poesía),
el drama (obras de teatro) y la narrativa (cuento y novela). En este caso, nos
ocuparemos de algunos “recursos literarios” que son utilizados en los textos
narrativos, aunque muchos de ellos también sean utilizados en los otros dos
géneros.
Historia y discurso
En todo texto narrativo debemos distinguir dos niveles:
historia y discurso. La historia son los hechos acaecidos en relación con los
personajes, el ambiente y el tiempo en que se desarrollan. El discurso, en
cambio, es la forma en que es presentada esa historia. Así por ejemplo, puedo
leer una novela que cuente la vida de un personaje desde su nacimiento hasta su
muerte. Todos los hechos que le ocurrieron constituyen la historia, el
argumento de la novela. Pero, tal vez, la novela comience por la última escena,
la de la muerte, y a partir de allí cuente la historia del sujeto. Esto es el
discurso, la manera en que se cuenta la historia.
Así, en el nivel del discurso, la historia puede estar
organizada de diversas maneras:
Quebrando el orden cronológico (novelas que suelen comenzar
en forma abrupta: por el final o en el momento de un suceso perturbador) o si
no:
Respetando el orden cronológico. Narra los hechos en el
mismo orden en que sucedieron.
Los personajes
Los personajes realizan acciones y se transforman como
consecuencia de esas acciones. Para analizar a los personajes será conveniente
identificar al protagonista (el que tiene el acento emocional más intenso) y
colocar a los demás personajes (principales y secundarios) en relación con él.
En los personajes podemos observar: su carácter, sentimientos, formas de
actuar, rasgos físicos. Podemos ver qué dice el narrador sobre ellos, qué dicen
ellos sobre sí mismos, que dicen los otros personajes, cómo actúan.
Para alcanzar la caracterización global de cada personaje
observaremos:
La repetición
Cuando un personaje aparece por primera vez quizá no sepamos
mucho sobre él, pero en el curso de la narración las características más
sobresalientes de ese personaje se repetirán con frecuencia.
La relación de un personaje con los demás
Los personajes presentan similitudes y contrastes en
relación con los demás. Se trata de descubrir las características del personaje
a partir de su confrontación con los demás.
Los cambios
Los personajes sufren alteraciones, cambios de actitud,
ambiente, ideas. Una vez seleccionados los rasgos más importantes de un
personaje, será más fácil seguir el rastro de sus transformaciones. También
pueden colaborar en la construcción de esa imagen otros aspectos: los espacios
que ocupan, la lengua que emplean, la coincidencia entre lo que dicen y hacen,
la información que el narrador u otro personaje da sobre ellos.
La ambientación
Los elementos de la ambientación son dos: tiempo y espacio
(cuándo y dónde ocurrió). El espacio puede tener funciones simbólicas, por
ejemplo, sugerir la condición social de los personajes o ser una pista de su
estado de ánimo. Así, en una novela romántica, la tristeza del personaje puede
estar unida a un día gris, nublado; la naturaleza simbólicamente acompaña el
dolor del personaje, en ese caso.
También es importante advertir el tiempo en el que ocurren
los hechos. Por ejemplo, una novela puede contar lo que sucede en un solo día o
lo que sucede durante muchos años. En relación con el tiempo podemos encontrar:
analepsis: son los retrocesos temporales. Un personaje
recuerda algo que le ocurrió y que es anterior al momento de la historia que se
está contando. Ejemplo: “Eran las cuatro de la tarde del día jueves. Raúl
estaba tomando mate. En ese momento vino a su mente la discusión que había
mantenido con Julia el domingo anterior. Ella estaba furiosa, había golpeado la
puerta y se había ido gritando que....”
prolepsis: el narrador anticipa qué es lo que va a ocurrir
más adelante con ese personaje. Ejemplo: “Juan no sabía aun que, veinte años
después, Marina sería su esposa.”
elipsis: se omiten hechos de la historia. Ejemplo: “Pasaron
tres años. Juan había envejecido un poco.”
El narrador
Es la voz ficticia creada por el autor para organizar y
contar la historia. No debemos confundirlo con el autor. Puede ser un narrador:
Desde afuera: Él cuenta una historia que no vivió. Ejemplo:
“Juan se levantó esa mañana muy temprano y salió a pasear.”
Desde adentro: Él cuenta una historia como si fuera uno de
los personajes. “Ésa mañana, cuando estaba parado mirando por la ventana, pude
observar cómo comenzaba a nevar.”
El punto de vista o focalización
Es la mirada desde la que se ven los hechos. En un cuento o
en una novela, puede variar de un párrafo al otro. Esa mirada puede situarse
dentro de un personaje, fuera de todos los personajes, o dentro de todos los
personajes. En el primer caso decimos que el narrador sabe lo mismo que el
personaje, en el segundo, que sabe menos que los personajes y en el tercero,
que sabe más que los personajes.
Ejemplos:
focalización interna o mirada desde “dentro” de “un
personaje” .
“Yo me sentía muy mal esa mañana. Veía todo negro. No sabía
por qué mi madre me había contestado así.”
focalización externa o mirada desde “afuera” de los
personajes. El narrador sólo sabe lo que ve, no sabe qué ocurre dentro de las
personas.
“Los hombres iban y venían de un lado al otro. Quién sabe en
qué estarían pensando. Sólo eran figuras grises deambulando en la calle.”
focalización omnisciente, el narrador sabe más que los
personajes. El narrador sabe todo lo que piensan y sienten todos los
personajes, sabe todo lo que les pasó y todo lo que les va a pasar.
“Pedro se sentía muy mal. Tenía los ojos hinchados. Él aun
no sabía que todos lo odiaban y que esa misma tarde le harían una cama para
destruirlo.”
Uso de la lengua
El mundo de una novela o de un cuento es polifónico, en la
medida en que está constituido por el discurso de uno o varios narradores y por
los diálogos de los personajes, citados por esos narradores.
Por eso encontramos distintos modos de hablar (variedades
discursivas) y debemos prestar atención a su variación.
En cuanto a las técnicas literarias tenemos que observar los
usos de:
El monólogo
Es cuando una persona habla sola. Tiene dos variantes:
El fluir de la conciencia: se presentan las imágenes, impresiones
del personaje en el mismo orden (o desorden) en que aparecen en su mente.
Ejemplo: “Me vi de nuevo en la mesa de examen. Se me había
hecho un blanco. Me acordé de mi madre, la abuela. Pobrecita en su ataúd. La
profesora movía los labios. ¿Qué decía? Yo escuchaba el ruido de los cohetes de
fin de año cuando la Lina me besó de golpe.”
El soliloquio: un hablante se dirige a sí mismo. Ejemplo:
“No puedo ser el mismo tontito de siempre, el que otros usan. Tengo que
rebelarme”
El diálogo
Éste se intercala en el hilo narrativo de dos maneras:
* Diálogo en discurso directo: Intercambio constante de
roles con un narrador que lo presenta y conduce. Ejemplo:
Hola Juan, - dijo la chica con desenfado.
Hola.- apenas murmuró él.
* Diálogo en discurso indirecto: Alguien cuenta lo que dijo
otro. Ejemplo:
“La chica saludó, pero el muchacho casi no dijo nada”
La descripción de personajes, ambientes u objetos
La descripción no es una enumeración de datos. El descriptor
selecciona aquellos rasgos que singularizan su objeto de descripción. Por lo
tanto la descripción siempre es subjetiva porque supone una valoración de todo
lo observado. Así, algo será lindo o feo dependiendo de quien lo mire, o sea,
del punto de vista.
La subjetividad en la descripción se manifiesta a través del
uso de distintos recursos expresivos: la adjetivación, metáforas,
comparaciones, repeticiones, etc.)
¿Para qué introduce el narrador una descripción? Puede ser
por muy diversos motivos. Por ejemplo: hacer creíble lo que se cuenta mediante
una pintura del lugar y el tiempo; o lograr mayor tensión en el texto; o crear
una atmósfera especial; u obtener una mejor imagen de un personaje.
El “tema” del texto
Una vez que hayas analizado todos los recursos y los hayas
interpretado, podrás fundamentar tu opinión sobre cuál es el “tema” del cuento.
Recordá que el “tema” se enuncia mediante una sintagma breve de no más de dos o
tres palabras. Ejemplos de temas: el amor en la pareja; el amor en la familia;
la envidia; el odio, la violencia social, etc. Los temas son universales.
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