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viernes, 22 de diciembre de 2023

Cuento:  La cucaracha - Javier Villafañe                

                                                              

Una vez había un hombre que vivía solo. Era periodista. Trabajaba en un diario desde las seis de la mañana hasta la medianoche. Cuando terminaba de trabajar salía del diario; caminaba unas cuadras; comía en un restaurante y después iba a un bar a tomar cerveza. Al amanecer regresaba a su casa. En su casa –era un pequeño departamento– no tenía un solo mueble; ni cama tenía, ni una silla en que sentarse. Había unos clavos en la pared en donde colgaba el saco, el pantalón y la camisa. Dormía en el suelo. En invierno o cuando hacía frío se envolvía en una frazada.

Le gustaba tomar cerveza. Todo el día tomaba cerveza: a la mañana, a la tarde, a la noche. Siempre llegaba a su casa con dos o tres botellas de cerveza.

Una madrugada, cuando se acostó en el suelo para dormir, vio a una cucaracha que salía de un agujero del zócalo. La vio caminar, detenerse y acostarse cerca de su cabeza.

Esto pasó varias veces. Una vez, cuando la cucaracha salía del agujero del zócalo, tomó la tapa de una botella de cerveza y la puso a su lado, y allí se acostó la cucaracha.

Al día siguiente el hombre llegó más temprano a su casa. Traía un poco de algodón: lo desmenuzó y le hizo una cama en la tapa de la botella de cerveza para que durmiera la cucaracha.

El hombre se acostó como siempre en el suelo. Vio salir a la cucaracha del agujero del zócalo: caminar y subir para acostarse en la cama que le había hecho en la tapa de la botella de cerveza.

Al otro día el hombre fue a trabajar. Estaba muy contento. Salió del diario. Iba silbando por la calle. Llegó al restaurante, comió, y después fue al bar a tomar cerveza. Se encontró con un amigo y le dijo:

–Ya no estoy solo. Cuando me acuesto, una cucaracha sale de un agujero del zócalo y viene a dormir a mi lado.

El amigo se rió.

–¿Cómo sabés que es la misma cucaracha? –le preguntó–. Tu casa debe estar llena de cucarachas.

–No, la conozco. Es la misma –respondió el hombre.

–¿Serías capaz de hacer una prueba?

–Sí. ¿Qué hago?

–Le arrancás una pata a la cucaracha. La dejás renga. Y si al día siguiente ves a una cucaracha renga que viene a dormir a tu lado, es entonces la misma cucaracha.

El hombre llegó a su casa. Se desvistió. Colgó en los clavos el saco, el pantalón y la camisa. Se acostó. La cucaracha salió del agujero del zócalo. Caminó y cuando iba a subir a la cama para acostarse, el hombre tomó a la cucaracha con el pulgar y el índice de la mano izquierda, y con el pulgar y el índice de la mano derecha, le quebró una pata y se la arrancó. Tiró la pata y puso a la cucaracha en su cama.


La cucaracha durmió: pero el hombre no pudo dormir. Vio el sol, la mañana. Él, tendido en el suelo, y la cucaracha a su lado dormida. Después la vio despertar, caminar renga y meterse en el agujero del zócalo.

El hombre se levantó, se vistió y salió. Ese día tomó mucha cerveza. Llegó al diario a las seis y media. Trabajó hasta después de medianoche. Fue al restaurante; comió. Fue al bar. Llegó a su casa. Se acostó. Vio salir a una cucaracha renga del agujero del zócalo. La vio llegar, subir y acostarse en la cama de algodón que él le había hecho en la tapa de una botella de cerveza.

Es la misma –se dijo el hombre–. Yo sabía que no estaba solo.

Pero no pudo dormir. Vio el sol, la mañana. Vio cuando se despertó la cucaracha. La vio caminar renga y meterse en el agujero del zócalo.

A la madrugada siguiente volvió la cucaracha. Llegó caminando lentamente y se acostó al lado del hombre.

El hombre no podía dormir. Miraba dormir a la cucaracha. Estaba desnudo, sentado en el suelo, tomando cerveza. Tomó una botella, dos, tres botellas de cerveza. Sintió el sol en los ojos, la mañana.


La cucaracha se despertó. Bajó de la cama. Caminaba arrastrándose y se metió en el agujero del zócalo.

Y no volvió nunca más.



sábado, 13 de agosto de 2016

El cuento realista


Es un relato de ficción que presenta situaciones que pueden ocurrir en la vida real,  donde los hechos acaecidos se muestran como reales pero son producto de la imaginación del autor. Surge a fines del siglo XIX y se  origina en la observación de las costumbres y tradiciones de los pueblos,  presentando de una manera objetiva la realidad.

Características del cuento realista:

Observación directa y objetiva de la sociedad, de sus caracteres y costumbres.
Persigue el objetivo de la verosimilitud. Se muestra el mundo tal como es , tratando  de reflejar las características de la época  y presentando personajes que pueden ser reales. 
Descripciones minuciosas de los personajes y de los escenarios.
El tiempo del relato es de un orden lineal, lógico y cronológico.
El narrador se presenta como omnisciente o protagonista.
El lenguaje refleja el habla de los personajes, sus modismos y peculiaridades.

Clasificación:
  
Costumbristas ( personajes  y hechos propios de la región).
Humorísticos:  produce el disfrute en el lector a través de personajes, situaciones y dichos que provocan risa.
Sentimentales: apela a los sentimientos. 
Policiales: son relatos donde se cometen hechos criminales.

viernes, 25 de mayo de 2012

Diferencias entre cuento y novela



Carmen Roig

Para Cortázar, el cuento se relaciona con la fotografía y la novela con el film. En este sentido, la idea de cuento implica una sola secuencia; la del film, una sucesión.
Sin embargo, para algunos el cuento es únicamente una cuestión de extensión. El cuento es una forma corta que va de 100 a 2.000 palabras (en su forma breve) y de 2.000 a 30.000 (en su extensión media). E. A. Poe decía que el cuento es una lectura que necesita de media hora a dos horas. Así, la novela tiene un mínimo de 100 páginas. Para otros, el cuento es la crisis de un asunto y la novela es el desarrollo de una psicología. Para escribir no hay recetas. Por lo tanto, ambas cosas son relativas, pero a veces resultan cómodas. No olvidar que los géneros se pueden transgredir.
Si bien la novela se estructura también como el cuento en exposición, nudo y desenlace, estas tres partes suelen tener una extensión aproximadamente igual, mientras que en el cuento existe una preponderancia de un solo nudo o núcleo alrededor del cual gira la historia.
En cuanto a las técnicas narrativas, se pueden aplicar las mismas en ambos casos, pero dosificadas de distinta manera. Veámoslo:

1) Las descripciones en una novela pueden ocupar muchas páginas. En un cuento son parte del argumento y ocupan la extensión mínima imprescindible.

2) El diálogo en la novela nos da a conocer los personajes, a veces totalmente. En el cuento, está subordinado a la trama del acontecimiento principal y no es un mecanismo independiente.

3) El tratamiento del tiempo en la novela puede ser extenso. En el cuento, está determinado por su reducida extensión. Precisamente en dichos límites está la fuerza del buen cuento.

4) El personaje en la novela puede ser el elemento fundamental, y su presentación ser tan o más importante que la acción, según de qué novela se trate. El personaje en el cuento está supeditado, al igual que todos los aspectos más arriba enunciados, a la trama y al acontecer.

La trama es imprescindible

La trama puede ser más o menos simple, más o menos compleja, pero no puede faltar en un cuento. Lo que hace el cuentista es elegir un hecho: un escándalo, una traición, un homicidio, una incongruencia, un idilio, un lapsus, un desvío; y lo organiza en un cuento. Para ello, combina la idea inicial, o punto de partida, con otros incidentes sucedidos o inventados en función de esa trama que, en realidad, es el cuento mismo.
El estilo de un escritor se descubre también por la forma en que trama sus argumentos. En este sentido, "La noche boca arriba", de J. Cortázar y "El Sur", de J. L. Borges, podrían ser resumidos igual: como la historia de alguien que sueña a otro y al mismo tiempo no sabe si el otro lo está soñando a él. Muchos más cuentos podrían sintetizarse con estas palabras, incluso aquél cuento chino tan conocido de hace veintitrés siglos:

"Hace muchas noches fui una mariposa que revoloteaba contenta de su suerte. Después me desperté, y era Chuang-Tzu. Pero ¿soy en verdad el filósofo Chuang-Tzu que recuerda haber soñado que fue una mariposa o soy una mariposa que sueña ahora que es el filósofo Chuang-Tzu?"
Por lo tanto, importa más cómo se trame el argumento que el argumento mismo.

Recapitulando:

La "acción" es lo que ocurre en un cuento.
La "trama" es cómo se distribuyen y relacionan dichas acciones.

Esquema de la trama

Tramar es tejer una red. Los hilos de la red son los hechos, lo que sucede en el cuento. Tramar es decidir cómo se organizará dicho tejido para lograr un efecto. Los estudios desarrollados en torno a los cuentos tradicionales han establecido una serie de puntos esenciales de la trama, basados en la estructura de los cuentos de hadas, y que se pueden resumir así:

-El "protagonista": inicia la acción y es el hilo conductor del juego.

-El "antagonista": representa el obstáculo necesario para generar el conflicto y llegar al clímax.

-El "objeto": lo deseado o lo temido.

Lo singular del cuento

El cuento moderno responde a la singularidad. Cada uno de sus aspectos, tanto la anécdota como su tratamiento, es una invención exclusiva de su autor. En este sentido, se puede decir que hay tantos cuentos como autores.
Hasta el Renacimiento, en cambio, la originalidad narrativa radicaba en la novedosa reelaboración de anécdotas tradicionales: se derivaban cuentos de las vertientes folklóricas u orales. La repetición de temas conocidos por el público era uno de los elementos más apreciados en este tipo de narraciones.
El cuento tradicional se organiza principalmente en el plano de la anécdota, como un encadenamiento de acciones. Admite dos variedades:

1) la maravillosa: expone sucesos fabulosos y sobrenaturales; repertorios populares, historias milagrosas, como en "La leyenda áurea", por ejemplo, o en los cuentos de hadas;

2) la realista: expone sucesos verosímiles y cotidianos, a menudo tratados con comicidad, como en los cuentos de Boccaccio y Chaucer.

El cuento moderno se preocupa más por "cómo se cuenta" que por "qué se cuenta". Ha disminuido la utilización de anécdotas con principio, medio y final. Ganó terreno lo ambiguo, el fragmento cargado de sentido y la exploración psicológica.

-El cuento ha pasado de valorar lo dicho a valorar lo no dicho.

Personalmente notamos con asombro el rechazo que manifiestan algunas personas acerca de obras que cuentan hechos conocidos. Recuerdo, por ejemplo, a una persona que se negó a ver la película Titanic, porque ya se sabía que, al final, el barco se hundía... Quien haga la experiencia de rever una película o una obra de teatro, o releer una obra, comprenderá, no sólo el placer que ello implica sino cuánto realmente se aprende y se disfruta de todos aquellos detalles que, en un primer acercamiento, se nos pasaron por alto.
Me llama la atención comprobar que, con la música, no suele suceder lo mismo. Se suele escuchar decenas de veces una canción o una obra que ya se conoce, para disfrutar nuevamente del placer que nos produce. En cambio he oído comentarios despreciativos o la negativa a leer un cuento o una novela, "porque ya se sabe en qué va a terminar"...

Lo no dicho

En el cuento contemporáneo lo que en sí mismo resulta intrascendente o mínimo adquirió la fuerza de una revelación: el nudo del cuento. Los detalles que aislados no cuentan, crecen y se imponen al concentrar el drama o la obsesión del protagonista. La situación mínima, corriente y reiterada de cada día adquiere relieve si el contexto es otro.

Buenos ejemplos de esto son:

1) La desaparición de un abrigo perteneciente a un oscuro funcionario de la administración pública, en "El capote", de Gogol.

2) El alejamiento de un individuo que abandona a su familia para observar qué ocurre en su ausencia, en "Wakefield", de Hawthorne.

3) Situaciones cómicas minúsculas, con muchos cuentos de Chéjov.

4) El recuerdo ocasional, en "Los muertos", de Joyce.

5) La obsesiva inercia de un personaje del montón, en "Bartleby, el escribiente", de Melville.

Hay muchos ejemplos más acerca de cómo, mediante enunciados aparentemente fragmentarios y con historias indirectas, se trata de penetrar en una segunda realidad. Para muchos buenos escritores, escribir cuentos es un modo de hacer aparecer algo que estaba oculto. De ese modo nos hacen ver una verdad que se mantiene oculta hasta el final del cuento y aparece -gracias a la trama- en la forma de revelación. Los cuentos de Kafka, de Borges, de Chéjov, de Hemingway, así lo demuestran.
Cada uno lo consigue a su manera. Veámoslo con un ejemplo: en uno de sus cuadernos de notas, Chéjov registró esta anécdota: "Un hombre, en Montecarlo, va al casino, gana un millón, vuelve a su casa y se suicida".
¿Cómo lo hubiera narrado Hemingway?
Hubiera narrado con detenimiento el casino, la mesa de juego, los movimientos del jugador, su modo de apostar, lo que hace, lo que bebe, pero no hubiera hablado de su estado anímico, de que ese hombre se va a suicidar.
O sea: cuenta una realidad mientras insinúa otra no dicha, pero tanto o más significativa.
Recomendamos que, en la medida de lo posible, se lean y analicen los cuentos y autores que mencionamos a lo largo de nuestras notas. Un escritor no puede serlo (o será muy mediocre) si no es un buen lector.

martes, 24 de abril de 2012

Elementos a tener en cuenta para analizar cuentos y novelas

Tomado del sitio: http://literatura714.blogspot.com.ar

Este teórico te permitirá tener algunos elementos para poder analizar un cuento o una novela. Está realizado sobre la base de la postura teórica denominada “narratología” y constituye un resumen de los aspectos fundamentales a tener en cuenta para cualquier análisis.

Sabemos que la literatura es un arte que utiliza la palabra para construir un mundo de ficción. ¿Cómo lo hace? Pues utiliza “recursos literarios” con diversos objetivos, ya sea, para crear atmósferas determinadas, caracterizar a los personajes, provocar el suspenso y atraer la atención del lector, conmoverlo, etc. Los tres géneros “canónicos” son la lírica (poesía), el drama (obras de teatro) y la narrativa (cuento y novela). En este caso, nos ocuparemos de algunos “recursos literarios” que son utilizados en los textos narrativos, aunque muchos de ellos también sean utilizados en los otros dos géneros.

Historia y discurso

En todo texto narrativo debemos distinguir dos niveles: historia y discurso. La historia son los hechos acaecidos en relación con los personajes, el ambiente y el tiempo en que se desarrollan. El discurso, en cambio, es la forma en que es presentada esa historia. Así por ejemplo, puedo leer una novela que cuente la vida de un personaje desde su nacimiento hasta su muerte. Todos los hechos que le ocurrieron constituyen la historia, el argumento de la novela. Pero, tal vez, la novela comience por la última escena, la de la muerte, y a partir de allí cuente la historia del sujeto. Esto es el discurso, la manera en que se cuenta la historia.
Así, en el nivel del discurso, la historia puede estar organizada de diversas maneras:
Quebrando el orden cronológico (novelas que suelen comenzar en forma abrupta: por el final o en el momento de un suceso perturbador) o si no:
Respetando el orden cronológico. Narra los hechos en el mismo orden en que sucedieron.

Los personajes

Los personajes realizan acciones y se transforman como consecuencia de esas acciones. Para analizar a los personajes será conveniente identificar al protagonista (el que tiene el acento emocional más intenso) y colocar a los demás personajes (principales y secundarios) en relación con él. En los personajes podemos observar: su carácter, sentimientos, formas de actuar, rasgos físicos. Podemos ver qué dice el narrador sobre ellos, qué dicen ellos sobre sí mismos, que dicen los otros personajes, cómo actúan.
Para alcanzar la caracterización global de cada personaje observaremos:

La repetición

Cuando un personaje aparece por primera vez quizá no sepamos mucho sobre él, pero en el curso de la narración las características más sobresalientes de ese personaje se repetirán con frecuencia.

La relación de un personaje con los demás

Los personajes presentan similitudes y contrastes en relación con los demás. Se trata de descubrir las características del personaje a partir de su confrontación con los demás.

Los cambios

Los personajes sufren alteraciones, cambios de actitud, ambiente, ideas. Una vez seleccionados los rasgos más importantes de un personaje, será más fácil seguir el rastro de sus transformaciones. También pueden colaborar en la construcción de esa imagen otros aspectos: los espacios que ocupan, la lengua que emplean, la coincidencia entre lo que dicen y hacen, la información que el narrador u otro personaje da sobre ellos.

La ambientación

Los elementos de la ambientación son dos: tiempo y espacio (cuándo y dónde ocurrió). El espacio puede tener funciones simbólicas, por ejemplo, sugerir la condición social de los personajes o ser una pista de su estado de ánimo. Así, en una novela romántica, la tristeza del personaje puede estar unida a un día gris, nublado; la naturaleza simbólicamente acompaña el dolor del personaje, en ese caso.
También es importante advertir el tiempo en el que ocurren los hechos. Por ejemplo, una novela puede contar lo que sucede en un solo día o lo que sucede durante muchos años. En relación con el tiempo podemos encontrar:

analepsis: son los retrocesos temporales. Un personaje recuerda algo que le ocurrió y que es anterior al momento de la historia que se está contando. Ejemplo: “Eran las cuatro de la tarde del día jueves. Raúl estaba tomando mate. En ese momento vino a su mente la discusión que había mantenido con Julia el domingo anterior. Ella estaba furiosa, había golpeado la puerta y se había ido gritando que....”

prolepsis: el narrador anticipa qué es lo que va a ocurrir más adelante con ese personaje. Ejemplo: “Juan no sabía aun que, veinte años después, Marina sería su esposa.”

elipsis: se omiten hechos de la historia. Ejemplo: “Pasaron tres años. Juan había envejecido un poco.”

El narrador

Es la voz ficticia creada por el autor para organizar y contar la historia. No debemos confundirlo con el autor. Puede ser un narrador:

Desde afuera: Él cuenta una historia que no vivió. Ejemplo: “Juan se levantó esa mañana muy temprano y salió a pasear.”

Desde adentro: Él cuenta una historia como si fuera uno de los personajes. “Ésa mañana, cuando estaba parado mirando por la ventana, pude observar cómo comenzaba a nevar.”

El punto de vista o focalización

Es la mirada desde la que se ven los hechos. En un cuento o en una novela, puede variar de un párrafo al otro. Esa mirada puede situarse dentro de un personaje, fuera de todos los personajes, o dentro de todos los personajes. En el primer caso decimos que el narrador sabe lo mismo que el personaje, en el segundo, que sabe menos que los personajes y en el tercero, que sabe más que los personajes.

Ejemplos:

focalización interna o mirada desde “dentro” de “un personaje” .
“Yo me sentía muy mal esa mañana. Veía todo negro. No sabía por qué mi madre me había contestado así.”

focalización externa o mirada desde “afuera” de los personajes. El narrador sólo sabe lo que ve, no sabe qué ocurre dentro de las personas.
“Los hombres iban y venían de un lado al otro. Quién sabe en qué estarían pensando. Sólo eran figuras grises deambulando en la calle.”

focalización omnisciente, el narrador sabe más que los personajes. El narrador sabe todo lo que piensan y sienten todos los personajes, sabe todo lo que les pasó y todo lo que les va a pasar.
“Pedro se sentía muy mal. Tenía los ojos hinchados. Él aun no sabía que todos lo odiaban y que esa misma tarde le harían una cama para destruirlo.”

Uso de la lengua

El mundo de una novela o de un cuento es polifónico, en la medida en que está constituido por el discurso de uno o varios narradores y por los diálogos de los personajes, citados por esos narradores.
Por eso encontramos distintos modos de hablar (variedades discursivas) y debemos prestar atención a su variación.
En cuanto a las técnicas literarias tenemos que observar los usos de:

El monólogo

Es cuando una persona habla sola. Tiene dos variantes:
El fluir de la conciencia: se presentan las imágenes, impresiones del personaje en el mismo orden (o desorden) en que aparecen en su mente.
Ejemplo: “Me vi de nuevo en la mesa de examen. Se me había hecho un blanco. Me acordé de mi madre, la abuela. Pobrecita en su ataúd. La profesora movía los labios. ¿Qué decía? Yo escuchaba el ruido de los cohetes de fin de año cuando la Lina me besó de golpe.”

El soliloquio: un hablante se dirige a sí mismo. Ejemplo: “No puedo ser el mismo tontito de siempre, el que otros usan. Tengo que rebelarme”

El diálogo

Éste se intercala en el hilo narrativo de dos maneras:

* Diálogo en discurso directo: Intercambio constante de roles con un narrador que lo presenta y conduce. Ejemplo:
Hola Juan, - dijo la chica con desenfado.
Hola.- apenas murmuró él.

* Diálogo en discurso indirecto: Alguien cuenta lo que dijo otro. Ejemplo:
“La chica saludó, pero el muchacho casi no dijo nada”

La descripción de personajes, ambientes u objetos

La descripción no es una enumeración de datos. El descriptor selecciona aquellos rasgos que singularizan su objeto de descripción. Por lo tanto la descripción siempre es subjetiva porque supone una valoración de todo lo observado. Así, algo será lindo o feo dependiendo de quien lo mire, o sea, del punto de vista.
La subjetividad en la descripción se manifiesta a través del uso de distintos recursos expresivos: la adjetivación, metáforas, comparaciones, repeticiones, etc.)
¿Para qué introduce el narrador una descripción? Puede ser por muy diversos motivos. Por ejemplo: hacer creíble lo que se cuenta mediante una pintura del lugar y el tiempo; o lograr mayor tensión en el texto; o crear una atmósfera especial; u obtener una mejor imagen de un personaje.

El “tema” del texto

Una vez que hayas analizado todos los recursos y los hayas interpretado, podrás fundamentar tu opinión sobre cuál es el “tema” del cuento. Recordá que el “tema” se enuncia mediante una sintagma breve de no más de dos o tres palabras. Ejemplos de temas: el amor en la pareja; el amor en la familia; la envidia; el odio, la violencia social, etc. Los temas son universales.