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jueves, 19 de abril de 2012

Géneros literarios

Basado en el sitio: http://ar.kalipedia.com

Las obras literarias se pueden dividir en diversos géneros literarios o esquemas básicos de composición. Se clasifican de este modo en tres grandes géneros literarios: la lírica, la narrativa y el teatro o género dramático.
    
 a) El género lírico. Pertenecen al género lírico las obras que se caracterizan por presentar desde un punto de vista personal el contenido tratado. Las obras líricas reflejan el estado de ánimo, los pensamientos o los sentimientos de la persona que habla.
  
 b) El género narrativo. Se incluyen en el género narrativo las obras en las que el autor crea una voz, denominada narrador, que relata una historia. El narrador sitúa los hechos en un tiempo y en un lugar determinados, describe ambientes y personajes, introduce diálogos y va tejiendo la trama o argumento.
  
 c) El género dramático o teatro. Como en el género narrativo, el género dramático presenta una acción desarrollada por unos personajes en un espacio y en un tiempo. Sin embargo, las obras de teatro se crean para ser representadas en un escenario ante el público. Esto hace que las obras dramáticas presenten unos rasgos específicos de contenido y de forma.

El  género lírico

Las obras de carácter lírico, por lo tanto, se caracterizan por una perspectiva subjetiva; la obra gira en torno a un yo, que presenta la realidad desde su punto de vista. El objetivo principal de una obra lírica no es la descripción de lo externo, sino la expresión de una interioridad: de los sentimientos, de las sensaciones y de los pensamientos del que habla, generalmente el poeta. Como consecuencia de todo esto, en el género lírico es muy frecuente el empleo de la primera persona, pero pueden también aparecer otras personas gramaticales.
A diferencia de los otros géneros, en el lírico no tienen un papel prioritario las acciones ni el discurrir del tiempo; se detiene en los estados del alma y los evoca. Debido a que persigue transmitir un determinado sentimiento o una situación anímica, en el género lírico predomina la descripción como variedad del discurso.

Principales subgéneros líricos

Entre los subgéneros líricos destacan los siguientes:

La canción es una composición muy rítmica que suele tratar sobre temas amorosos.

La oda es un poema de tono elevado y solemne, que puede tratar sobre temas muy diversos. Así, aunque puede centrarse en elementos externos, estos aparecen para expresar la emoción que causan en la persona que los evoca.

La égloga es una composición sobre asuntos amorosos que se desarrollan en un ambiente campestre e idealizado; la expresión de los sentimientos no la expresa directamente el autor, sino que la pone en boca de los pastores. Son célebres las églogas del poeta Garcilaso de la Vega.

La elegía es un poema en el que se expresa el dolor ante una desgracia.

El género narrativo

En las obras pertenecientes a este género, un narrador presenta una acción o sucesión de hechos en la que participan una serie de personajes que se sitúan en un espacio y en un tiempo. Todos estos elementos constituyen los elementos de la narración.
La narración literaria se caracteriza, frente a otro tipo de narraciones, por recrear un mundo de ficción. Es verdad que muchos de los hechos relatados en narraciones literarias están inspirados en la realidad, e incluso algunos de ellos son ciertos. Esto está especialmente presente, por ejemplo, en la novela histórica. Sin embargo, aun en estos casos, el autor reelabora estos hechos verdaderos o incorpora a esa realidad matices y episodios nuevos nacidos de su propia invención. Del mismo modo, por imaginarios o ficticios que sean los hechos literarios narrados, estos deben insertarse en una estructura verosímil o, al menos, coherente.
A diferencia del género lírico, que se centra en la descripción del estado emocional o espiritual de la voz poética, en el narrativo predomina una visión externa de la materia tratada. El autor se interesa por las relaciones del hombre con todo lo que le rodea; por eso, generalmente, el ambiente y el desarrollo de las relaciones entre los personajes son elementos fundamentales de la narrativa.
En la narración es frecuente el uso de la tercera persona. Sin embargo, también pueden emplearse otras personas gramaticales, como la primera, que se utiliza a menudo cuando el narrador es el protagonista de la historia o uno de los personajes.
La variedad del discurso que predomina es la narrativa, de la cual el género toma su nombre.
El género narrativo ha sufrido una evolución a lo largo de la Historia en sus formas. Antiguamente, las obras narrativas se componían con frecuencia en verso. Sin embargo, en la actualidad, la forma de expresión literaria más común para la narrativa es la prosa.

Subgéneros narrativos en verso

Las principales formas narrativas en verso son las siguientes:

La epopeya. Poema épico de gran extensión que narra hechos trascendentes para la historia de un pueblo. Ejemplos de epopeyas son la Ilíada y la Odisea, atribuidas las dos a Homero (siglo XI a.C.); en ambas se relatan las peripecias de los héroes de la guerra de Troya, especialmente de Aquiles y de Ulises (llamado también Odiseo).

El cantar de gesta. Poema épico medieval, de carácter popular y anónimo, compuesto para exaltar las hazañas o «gestas» de un personaje histórico, que se convierte así en un héroe legendario. Los juglares aprendían estos cantares y los recitaban en tono solemne, hablando directamente al público para atraer su atención. Un cantar de gesta es el Poema de mio Cid (siglo XII).

El romance narrativo. El romance es un poema más breve que los anteriores cuyo origen puede estar en los fragmentos de los cantares de gesta que los juglares repetían a petición del público. Muchos de los motivos de los romances narran también hechos heroicos, pero más adelante el romance se convierte en una forma apropiada para transmitir temas diversos, no solo de carácter épico.

Subgéneros narrativos en prosa

Entre los subgéneros narrativos en prosa destacan los siguientes:

 1. Las narraciones cultas

Se consideran cultas las narraciones de autor que se difunden mediante la escritura. Las principales formas de la narrativa culta son la novela y el cuento.

La novela

La novela es una narración literaria extensa. Es el género en el que se desarrollan plenamente los elementos y las características de la narración. Admite todo tipo de narradores, personajes, tramas y estructuras. Es, además, un género capaz de integrar textos de distinta naturaleza: documentos administrativos, diálogos coloquiales, recetas de cocina...

El cuento

Todo cuento es una forma narrativa breve que refleja un mundo de ficción, pero entre el cuento popular y el cuento de autor hay marcadas diferencias: el cuento popular es anónimo, se transmite oralmente y contiene elementos de la tradición folclórica. Sin embargo, el cuento de autor suele aparecer firmado, se difunde mediante la escritura y refleja la originalidad artística de su creador.
Al igual que los cuentos populares, los cuentos de autor se caracterizan por la brevedad, la sencillez y la intensidad. Algunos son tan breves que solo ocupan unas líneas, como es el caso de los microrrelatos.
Con el fin de enganchar al lector desde el principio, es habitual que los cuentos de autor se inicien abruptamente en medio de la acción, sin presentar la situación inicial ni a los personajes; y también son frecuentes los finales inesperados y abiertos, en los que no queda determinado el desenlace.
  
2. Las narraciones tradicionales o populares

Las narraciones tradicionales son relatos anónimos que se transmiten oralmente, aunque posteriormente se recojan por escrito. Las más importantes son el mito, la leyenda y el cuento, que pueden también escribirse en verso.

El género dramático

El género dramático está constituido por obras literarias que se crean para ser representadas en un escenario ante el público. De ahí que, además del autor, tanto el director como el escenógrafo o los actores jueguen un papel esencial en la transmisión del mensaje.

El texto dramático

Como ya se ha apuntado, las obras dramáticas están escritas para ser representadas. El texto es únicamente una parte de esta expresión artística y tan solo con la representación las obras adquieren su sentido completo. La base del fenómeno teatral es el texto. En él se presenta una acción que avanza gracias al diálogo de los personajes. Por eso, la variedad del discurso predominante en este género es, precisamente, el diálogo.
El texto dramático se caracteriza por presentar los elementos de una forma condensada. El autor debe tener en cuenta el tiempo y el espacio de la representación, que no permiten la misma recreación que la narrativa, en la que a menudo se cuenta con abundantes páginas para crear el mundo de ficción. Las relaciones humanas suelen aparecer en los momentos de máximo enfrentamiento y tensión y se suele prescindir de la información que no resulta esencial.

La representación

El lector puede imaginar lo que se indica en el texto, pero cada representación es única e irrepetible. En el teatro se muestran las acciones y las voces de los personajes sin presencia de la voz del autor; son los actores los que logran que los personajes se expresen directamente, como si lo que se nos cuenta ocurriese en ese preciso instante, delante del público. Cuando se presencia una representación teatral, además de las palabras del autor, se recibe también la interpretación que el director de la obra y los actores hacen del texto.
El texto tiene en cuenta que la obra debe ser representada y, por ello, contiene acotaciones, que son indicaciones para la puesta en escena: decorados, luz, movimientos y gestos de los personajes...
La representación teatral implica que las ideas que se transmiten en las obras dramáticas se subrayen y se repitan frecuentemente. Hay que tener en cuenta que, a diferencia de otros géneros, el público no tiene la oportunidad de interrumpir la recepción y reflexionar; no puede detenerse en lo que se ha dicho anteriormente y volver a escucharlo.

Subgéneros dramáticos

Desde la Antigüedad, las formas dramáticas fundamentales han sido la tragedia y la comedia. A ellas se puede añadir una forma intermedia: la tragicomedia o drama.

La tragedia es una obra de final desgraciado protagonizada por personajes que luchan contra el destino y la fatalidad sin lograr vencerlos.

La comedia es una obra de tono amable, asunto ligero, divertido o de enredo y final feliz, que suele incluir elementos humorísticos.

La tragicomedia o drama. Las obras que presentan de manera conjunta características de las tragedias y de las comedias se suelen denominar tragicomedias o dramas.

Junto a estos subgéneros, que denominamos mayores, en distintas épocas se han representado piezas dramáticas breves, casi siempre de carácter popular, que reciben la denominación de teatro menor. Los principales subgéneros dentro del teatro menor son los siguientes:

El paso o entremés. Es una pieza breve de carácter cómico y personajes populares que se representaba en los descansos de las comedias de los siglos XVI y XVII. Cervantes fue un famoso autor de entremeses.

El sainete. Es una pieza breve y cómica, a veces acompañada de música, que se puede representar de manera independiente. Suele contener una crítica social en clave humorística y está relacionada en su origen con los entremeses del Siglo de Oro.

2 comentarios:

  1. profe podria darnos los temas para el examen de 3° 1°

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    1. Hola, en el blog encontrarán los temas de examen y el material donde pueden estudiar. Saludos.

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