El sustantivo principal del sujeto o el pronombre que lo
reemplaza recibe el nombre de núcleo del
sujeto (n). Dentro del sujeto de una oración hay otras palabras y
construcciones que acompañan a los núcleos y se llaman modificadores:
Modificadores del sujeto
* El modificador directo (md) es el artículo o adjetivo que
se une directamente al núcleo del sujeto y concuerda con él en género y número.
Puede ubicarse antes o después del sustantivo, si es un adjetivo. Si es un
artículo, se coloca siempre antes del núcleo.
* La aposición (ap) es la construcción que acompaña al
núcleo y puede intercambiar de función con él ya que repite la idea del sujeto.
Se coloca siempre entre comas ocupando el segundo lugar en el sujeto.
* El modificador indirecto (mi) es la construcción formada
por un término unido al núcleo por medio de un nexo. Se coloca siempre después
del sustantivo núcleo del sujeto. Pueden distinguirse dos tipos:
* Complemento preposicional: el nexo es una preposición.
* Complemento comparativo: el nexo es la palabra como o
cual.
El sujeto está compuesto por un núcleo principal, que
normalmente es un sustantivo pero que puede ser tanto un pronombre como un
infinitivo sustantivado; y por una serie de modificadores del mismo, jerárquicamente
subordinados a él.
Este tipo de modificadores, entre los que podríamos
encontrar varias funciones gramaticales distintas, se pueden agrupar a grandes
rasgos en dos grandes grupos, a saber: los modificadores directos y los
modificadores indirectos.
Los modificadores directos del sujeto son aquellos que van
unidos al núcleo directamente, o lo que es lo mismo, sin preposiciones ni
cualquier tipo de conector de por medio. Se trata de elementos gramaticales que
actúan en una posición adjunta al núcleo. Los determinantes artículos o indefinidos
que en tantas ocasiones inician la frase y preceden al núcleo entran en el
grupo de modificadores directos. También entran en este grupo los adjetivos,
tanto los que preceden al sustantivo núcleo como los que se sitúan tras él. Y
por último, también entran en este primer grupo las aposiciones. Pero veamos
unos ejemplos de cada uno:
El árbol más grande del parque es ese de allí.
El frío de esta región es insoportable.
Los días más calurosos del verano están por llegar.
En estos ejemplos, los determinantes “el” -por dos veces- y
“los” actúan como modificadores directos del núcleo del sujeto (“árbol”, “frío”
y “días”).
El largo invierno de esta región es insoportable.
El gran árbol del parque es ese de allí.
Los días calurosos del verano están por llegar.
En estos casos, hemos añadido algunos adjetivos (“largo”,
“gran”, “calurosos”) adjuntos al núcleo, para ilustrar este caso de
modificación directa. Por supuesto, los determinantes que preceden a los
núcleos siguen siendo igualmente modificadores directos.
Ese profesor, el señor Buendía, es un tipo excelente.
La amiga de Juan, María Elena, me cae bastante bien.
En este caso hemos añadido un par de aposiciones para que
sirvan como ejemplo. Tanto “el señor Buendía”, en el primer ejemplo, como
“María Elena”, en el segundo, son nuevamente modificadores directos del núcleo.
Sin embargo, siempre que incluyamos una preposición que
conecte el núcleo con un complemento, estaremos hablando de modificadores
indirectos. Recuperemos algunos ejemplos que ya hemos usado, pero fijándonos
ahora en otras partes de la oración:
La amiga de Juan me cae bastante bien.
El largo invierno de esta región es insoportable.
Ese profesor de historia, el señor Buendía, es un tipo
excelente.
Aquí, los modificadores “de Juan”, “de esta región”, y “de
historia” son ejemplos perfectos de modificación indirecta, porque van precedidos
de una preposición.
Naturalmente, modificadores directos e indirectos pueden
aparecer juntos en una misma oración, y varios de ellos pueden hacerlo
repetidamente.
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