Las obras literarias se pueden dividir en diversos géneros
literarios o esquemas básicos de composición. Se clasifican de este modo en tres
grandes géneros literarios: la lírica, la narrativa y el teatro o género
dramático.
a) El género
lírico. Pertenecen al género lírico las obras que se caracterizan por presentar
desde un punto de vista personal el contenido tratado. Las obras líricas
reflejan el estado de ánimo, los pensamientos o los sentimientos de la persona
que habla.
b) El género
narrativo. Se incluyen en el género narrativo las obras en las que el autor
crea una voz, denominada narrador, que relata una historia. El narrador sitúa
los hechos en un tiempo y en un lugar determinados, describe ambientes y
personajes, introduce diálogos y va tejiendo la trama o argumento.
c) El género
dramático o teatro. Como en el género narrativo, el género dramático presenta
una acción desarrollada por unos personajes en un espacio y en un tiempo. Sin
embargo, las obras de teatro se crean para ser representadas en un escenario
ante el público. Esto hace que las obras dramáticas presenten unos rasgos
específicos de contenido y de forma.
El género lírico
Las obras de carácter lírico, por lo tanto, se caracterizan
por una perspectiva subjetiva; la obra gira en torno a un yo, que presenta la
realidad desde su punto de vista. El objetivo principal de una obra lírica no
es la descripción de lo externo, sino la expresión de una interioridad: de los
sentimientos, de las sensaciones y de los pensamientos del que habla,
generalmente el poeta. Como consecuencia de todo esto, en el género lírico es
muy frecuente el empleo de la primera persona, pero pueden también aparecer
otras personas gramaticales.
A diferencia de los otros géneros, en el lírico no tienen un
papel prioritario las acciones ni el discurrir del tiempo; se detiene en los estados
del alma y los evoca. Debido a que persigue transmitir un determinado
sentimiento o una situación anímica, en el género lírico predomina la
descripción como variedad del discurso.
Principales subgéneros líricos
Entre los subgéneros líricos destacan los siguientes:
La canción es una composición muy rítmica que suele tratar
sobre temas amorosos.
La oda es un poema de tono elevado y solemne, que puede
tratar sobre temas muy diversos. Así, aunque puede centrarse en elementos
externos, estos aparecen para expresar la emoción que causan en la persona que
los evoca.
La égloga es una composición sobre asuntos amorosos que se
desarrollan en un ambiente campestre e idealizado; la expresión de los
sentimientos no la expresa directamente el autor, sino que la pone en boca de
los pastores. Son célebres las églogas del poeta Garcilaso de la Vega.
La elegía es un poema en el que se expresa el dolor ante una
desgracia.
El género narrativo
En las obras pertenecientes a este género, un narrador
presenta una acción o sucesión de hechos en la que participan una serie de
personajes que se sitúan en un espacio y en un tiempo. Todos estos elementos
constituyen los elementos de la narración.
La narración literaria se caracteriza, frente a otro tipo de
narraciones, por recrear un mundo de ficción. Es verdad que muchos de los
hechos relatados en narraciones literarias están inspirados en la realidad, e
incluso algunos de ellos son ciertos. Esto está especialmente presente, por
ejemplo, en la novela histórica. Sin embargo, aun en estos casos, el autor
reelabora estos hechos verdaderos o incorpora a esa realidad matices y
episodios nuevos nacidos de su propia invención. Del mismo modo, por imaginarios
o ficticios que sean los hechos literarios narrados, estos deben insertarse en
una estructura verosímil o, al menos, coherente.
A diferencia del género lírico, que se centra en la
descripción del estado emocional o espiritual de la voz poética, en el narrativo
predomina una visión externa de la materia tratada. El autor se interesa por
las relaciones del hombre con todo lo que le rodea; por eso, generalmente, el
ambiente y el desarrollo de las relaciones entre los personajes son elementos
fundamentales de la narrativa.
En la narración es frecuente el uso de la tercera persona.
Sin embargo, también pueden emplearse otras personas gramaticales, como la
primera, que se utiliza a menudo cuando el narrador es el protagonista de la
historia o uno de los personajes.
La variedad del discurso que predomina es la narrativa, de
la cual el género toma su nombre.
El género narrativo ha sufrido una evolución a lo largo de
la Historia en sus formas. Antiguamente, las obras narrativas se componían con
frecuencia en verso. Sin embargo, en la actualidad, la forma de expresión
literaria más común para la narrativa es la prosa.
Subgéneros narrativos en verso
Las principales formas narrativas en verso son las
siguientes:
La epopeya. Poema épico de gran extensión que narra hechos
trascendentes para la historia de un pueblo. Ejemplos de epopeyas son la Ilíada
y la Odisea, atribuidas las dos a Homero (siglo XI a.C.); en ambas se relatan
las peripecias de los héroes de la guerra de Troya, especialmente de Aquiles y
de Ulises (llamado también Odiseo).
El cantar de gesta. Poema épico medieval, de carácter
popular y anónimo, compuesto para exaltar las hazañas o «gestas» de un
personaje histórico, que se convierte así en un héroe legendario. Los juglares
aprendían estos cantares y los recitaban en tono solemne, hablando directamente
al público para atraer su atención. Un cantar de gesta es el Poema de mio Cid
(siglo XII).
El romance narrativo.
El romance es un poema más breve que los anteriores cuyo origen puede estar en
los fragmentos de los cantares de gesta que los juglares repetían a petición
del público. Muchos de los motivos de los romances narran también hechos
heroicos, pero más adelante el romance se convierte en una forma apropiada para
transmitir temas diversos, no solo de carácter épico.
Subgéneros narrativos en prosa
Entre los subgéneros narrativos en prosa destacan los
siguientes:
1. Las narraciones
cultas
Se consideran cultas las narraciones de autor que se
difunden mediante la escritura. Las principales formas de la narrativa culta
son la novela y el cuento.
La novela
La novela es una narración literaria extensa. Es el género
en el que se desarrollan plenamente los elementos y las características de la
narración. Admite todo tipo de narradores, personajes, tramas y estructuras.
Es, además, un género capaz de integrar textos de distinta naturaleza:
documentos administrativos, diálogos coloquiales, recetas de cocina...
El cuento
Todo cuento es una forma narrativa breve que refleja un
mundo de ficción, pero entre el cuento popular y el cuento de autor hay
marcadas diferencias: el cuento popular es anónimo, se transmite oralmente y
contiene elementos de la tradición folclórica. Sin embargo, el cuento de autor
suele aparecer firmado, se difunde mediante la escritura y refleja la
originalidad artística de su creador.
Al igual que los cuentos populares, los cuentos de autor se
caracterizan por la brevedad, la sencillez y la intensidad. Algunos son tan
breves que solo ocupan unas líneas, como es el caso de los microrrelatos.
Con el fin de enganchar al lector desde el principio, es
habitual que los cuentos de autor se inicien abruptamente en medio de la
acción, sin presentar la situación inicial ni a los personajes; y también son
frecuentes los finales inesperados y abiertos, en los que no queda determinado
el desenlace.
2. Las narraciones
tradicionales o populares
Las narraciones tradicionales son relatos anónimos que se
transmiten oralmente, aunque posteriormente se recojan por escrito. Las más
importantes son el mito, la leyenda y el cuento, que pueden también escribirse
en verso.
El género dramático
El género dramático está constituido por obras literarias
que se crean para ser representadas en un escenario ante el público. De ahí
que, además del autor, tanto el director como el escenógrafo o los actores
jueguen un papel esencial en la transmisión del mensaje.
El texto dramático
Como ya se ha apuntado, las obras dramáticas están escritas
para ser representadas. El texto es únicamente una parte de esta expresión
artística y tan solo con la representación las obras adquieren su sentido
completo. La base del fenómeno teatral es el texto. En él se presenta una
acción que avanza gracias al diálogo de los personajes. Por eso, la variedad
del discurso predominante en este género es, precisamente, el diálogo.
El texto dramático se
caracteriza por presentar los elementos de una forma condensada. El autor debe
tener en cuenta el tiempo y el espacio de la representación, que no permiten la
misma recreación que la narrativa, en la que a menudo se cuenta con abundantes
páginas para crear el mundo de ficción. Las relaciones humanas suelen aparecer
en los momentos de máximo enfrentamiento y tensión y se suele prescindir de la
información que no resulta esencial.
La representación
El lector puede imaginar lo que se indica en el texto, pero
cada representación es única e irrepetible. En el teatro se muestran las
acciones y las voces de los personajes sin presencia de la voz del autor; son
los actores los que logran que los personajes se expresen directamente, como si
lo que se nos cuenta ocurriese en ese preciso instante, delante del público.
Cuando se presencia una representación teatral, además de las palabras del
autor, se recibe también la interpretación que el director de la obra y los
actores hacen del texto.
El texto tiene en cuenta que la obra debe ser representada
y, por ello, contiene acotaciones, que son indicaciones para la puesta en
escena: decorados, luz, movimientos y gestos de los personajes...
La representación teatral implica que las ideas que se
transmiten en las obras dramáticas se subrayen y se repitan frecuentemente. Hay
que tener en cuenta que, a diferencia de otros géneros, el público no tiene la
oportunidad de interrumpir la recepción y reflexionar; no puede detenerse en lo
que se ha dicho anteriormente y volver a escucharlo.
Subgéneros dramáticos
Desde la Antigüedad, las formas dramáticas fundamentales han
sido la tragedia y la comedia. A ellas se puede añadir una forma intermedia: la
tragicomedia o drama.
La tragedia es una obra de final desgraciado protagonizada
por personajes que luchan contra el destino y la fatalidad sin lograr
vencerlos.
La comedia es una obra de tono amable, asunto ligero,
divertido o de enredo y final feliz, que suele incluir elementos humorísticos.
La tragicomedia o drama. Las obras que presentan de manera
conjunta características de las tragedias y de las comedias se suelen denominar
tragicomedias o dramas.
Junto a estos subgéneros, que denominamos mayores, en
distintas épocas se han representado piezas dramáticas breves, casi siempre de
carácter popular, que reciben la denominación de teatro menor. Los principales
subgéneros dentro del teatro menor son los siguientes:
El paso o entremés. Es una pieza breve de carácter cómico y
personajes populares que se representaba en los descansos de las comedias de
los siglos XVI y XVII. Cervantes fue un famoso autor de entremeses.
El sainete. Es una
pieza breve y cómica, a veces acompañada de música, que se puede representar de
manera independiente. Suele contener una crítica social en clave humorística y
está relacionada en su origen con los entremeses del Siglo de Oro.
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ResponderEliminarHola, en el blog encontrarán los temas de examen y el material donde pueden estudiar. Saludos.
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