SE ESTRENO LA NONA EN EREVAN
La abuelita voraz, de paseo por Armenia
El público local entró en curiosa sintonía con el personaje
teatral de Roberto Cossa, que se representó por primera vez en ese país. La
función fue el viernes en una sala cuya capacidad fue desbordada.
OLGA COSENTINO. Enviada especial en Ereván.
íAhí va la nona!, dijo, codeando a su amiga, una muchacha
que paseaba ayer por la Plaza de la República, en Ereván. Se habían cruzado con
los actores argentinos armenios, integrantes de la compañía teatral George
Sarkissian, de gira en la capital de Armenia. Kalusd Jensezian, el protagonista
y director del elenco, tradujo la frase con indisimulable satisfacción. Sin
duda, las paseantes habían estado entre los casi 500 espectadores que,
superando la capacidad de la sala (400 butacas), vieron el estreno de La nona,
de Roberto Cossa, por primera vez en este idioma y en este país.La pieza -que
integró el repertorio de la gira junto con Vanidad, inspirada en un texto del
autor armenio Levon Shant - tuvo una recepción notable. Superó las expectativas
de este grupo que visita el país de sus ancestros en el Primer Intercambio
Teatral entre ambos países, auspiciado por la Dirección de Asuntos Culturales
de la Cancillería Argentina, la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad
y la Embajada de Armenia en la Argentina. Centrada en el personaje del título,
la historia de la abuela que con su voracidad consume el dinero y la voluntad
de su familia y empuja a hijos y nietos a la ruina, el exilio, la prostitución
o el suicidio se reconoce como una metáfora de la Argentina. Sin embargo, los
espectadores de esta lejana ciudad entraron en curiosa sintonía con una
problemática y con un humor que, según dicen, también los refleja.La gruesa
caricatura con que los intérpretes (Kalusd y Herminia Jensezian, Diego
Kaledjian, Norayr Daoulatian, Edgardo Kevorkian, Cristina Papazian y Sonia
Seferian) encarnaron sus personajes fue inmediatamente decodificada. El público
se reía con ganas después de cada gag y comprendía el drama social de esos
desdichados, que nunca rozará las alturas de la tragedia porque está condenado
al ridículo. Hubo aplausos a telón abierto y, al final, el gran director
armenio Iervant Ghazanchyan, presidente de la Asociación de Teatristas de
Armenia, nombró al protagonista de La nona, Presidente Honorario de esa
Asociación. Por su parte, Hakob Ghazanchyan, director del Teatro Estatal para
el Espectador Adolescente, donde se presenta el elenco de la Argentina, expresó
su interés en montar este texto de Cossa. A las emociones del escenario
siguieron el champán en los camarines y el vodka de la cena. Cabe señalar que
en cada comida armenia se suceden muchos brindis, siempre precedidos de un
breve discurso, de tono discretamente poético, ingeniosamente humorístico o
vigorosamente pasional (según la hora). Cada uno homenajea a un artista, a su
obra, a su mujer, a su hija, a los visitantes, a los anfitriones. Tras cada
brindis, todo armenio que se precie acaba con el contenido de su copa. Y así
seguir. Pero no hasta muy tarde. Es lo que exigen el clima y las nada
complacientes condiciones de la vida en Armenia.
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